José Luis Baltar, el "cacique bueno" y último 'barón' provincial de la época de Fraga, se despide

José Luis Baltar
EUROPA PRESS

OURENSE, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -

Ocho meses después de las elecciones municipales que lo volvieron a situar al frente de la Diputación de Ourense, José Luis Baltar Pumar, el último 'barón' provincial de la época de Manuel Fraga, ha anunciado su despedida definitiva de la política tras 22 años al frente de la institución provincial y después de haber cedido, en enero de 2010, la presidencia del PP ourensano a su hijo, José Manuel Baltar Blanco.

La sucesión familiar podría reeditarse al frente de la Diputación de Ourense, tal y como dan por cerrado dirigentes del PP ourensano y de la cúpula autonómica, ya que el hijo del veterano político ourensano figura como segundo suplente en la lista de diputados provinciales, y sólo tendría que renunciar a su acta en la Diputación ourensana el primer suplente --el alcalde de Nogueira de Ramuín, César Parente--, para hacer hueco a José Manuel Baltar.

Precisamente, José Luis Baltar, quien llegó a definirse como un "cacique bueno", fue alcalde de Nogueira de Ramuín, pero su trayectoria política se dilata a lo largo de los últimos 44 años. Miembro fundador de Centristas de Galicia, este partido se integró en el PP y ahí arrancó una fructífera relación política que ha llevado a Ourense a convertirse en uno de los viveros de votos de los 'populares'.

Último representante del denominado 'sector de la boina', capitaneó en 2004 una revuelta de cinco diputados afines que amenazó a Manuel Fraga con dejar al PP en minoría en el Parlamento gallego. Pero sus relaciones con la dirección autonómica del PP nunca fueron fáciles, tampoco desde que en enero de 2006 asumió las riendas del partido Alberto Núñez Feijóo.

Pese a que Baltar Pumar acabó apoyando a Feijóo como sucesor de Manuel Fraga, previamente siempre se había decantado por Xosé Cuiña, hasta que se hizo evidente que éste no obtendría los suficientes avales para pugnar por las riendas del PPdeG. Al barón se le atribuye una carta distribuida entre alcaldes y que era crítica con la gestión de la Xunta por la "marginación" de la provincia ourensana.

En su despedida no ha obviado críticas veladas a la dirección autonómica y ha calificado como "la gota que colmó el vaso" el congreso provincial de enero de 2010, en el cual la dirección autonómica del partido intentó evitar el relevo familiar al frente del PP de Ourense, y promovió una candidatura alternativa, que fue derrotada.

VIVERO DE VOTOS

"A mí no me echan unas elecciones. Me voy cuando yo quiero", ha reivindicado este martes un político que ha sido capaz de cosechar mayorías superiores al 50 por ciento de los votos en la provincia ourensana, pero también un exponente de una forma de hacer política que ha sido cuestionada.

Sus 22 años al frente de la Diputación de Ourense han dejado múltiples acusaciones de "caciquismo" y "redes clientelares" como que, antes del congreso de su sucesión, firmó contratos con personas que fueron compromisarios en el cónclave en el cual cedió el bastón de mando de las filas 'populares' a su hijo.

Uno de sus últimos episodios polémicos fue cuando en las pasadas elecciones municipales de 2011, el BNG denunció que Baltar entregó, en un mitin en una parroquia de Xinzo, 3.000 euros tras las quejas de un vecino por no cumplir una promesa.