El juez del 'caso Villarejo' cita el lunes a los detectives detenidos por el supuesto chantaje al juez Urquía

Publicado: miércoles, 19 febrero 2020 18:50

MADRID, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha citado el próximo lunes, 24 de febrero, a los cuatro detenidos, tres de ellos detectives privados, por su presunta relación con la pieza 6 del 'caso Tándem' que investiga el supuesto encargo al comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo para presuntamente extorsionar al juez Francisco Javier Urquía, según han informado a Europa Press fuentes jurídicas.

Los detenidos este miércoles son tres detectives y una cuarta persona vinculada a ellos que después han quedado en libertad aunque en calidad de investigados en la pieza conocida con el nombre de 'Pintor', en la que está imputado el empresario Juan Muñoz, marido de la periodista Ana Rosa Quintana por un supuesto encargo al expolicía.

Con estas detenciones la Audiencia Nacional reactiva la investigación de esta pieza 'Pintor', una de las primeras que se abrieron en Tándem, en este caso por delitos de revelación de secretos, encubrimiento y extorsión. Como en otras líneas de investigación, se repite el mismo esquema que une a las piezas de esta macrocausa: los trabajos privados realizados por Villarejo, supuestamente por encargo de terceros, valiéndose de su condición de policía nacional.

En el caso concreto de la pieza 6, las pesquisas ahora se centran en la red de colaboradores de Villarejo or las grabaciones efectuadas para chantajear en el año 2006 a Urquía cuando ejercía como magistrado en Marbella (Málaga).

Un informe de la Unidad de Asuntos Internos aportado al sumario de la causa recoge que el comisario jubilado grabó en 2006 en connivencia con el traficante de armas Monzer Al Kassar un vídeo sexual del entonces juez de Marbella -que un año más tarde fue expulsado de la Carrera Judicial por aceptar dinero de uno de los investigados de la 'Operación Malaya'-- para presionarle en una causa que tenía abierta.

Una década después, de acuerdo a los investigadores, ofreció la cinta al empresario Juan Muñoz y su hermano para que pudieran usarla contra él. Villarejo sostuvo que la grabación era obra del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).