Lokarri cree que una parte de ETA no acepta su fin y que será un obstáculo de cara al debate de la izquierda abertzale

Actualizado: lunes, 4 enero 2010 12:51

BILBAO, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -

El coordinador de Lokarri, Paul Ríos, manifestó que en los meses de enero y febrero "se tienen que decantar ya las cosas" en la izquierda abertzale, y le pidió que actúe como Gerry Adams y reclame a ETA un alto el fuego "permanente" que lleve a su fin. No obstante, consideró que "una parte de ETA no ha aceptado esta realidad y eso supone un gran obstáculo".

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Ríos apostó por lograr un acuerdo plural, "más allá" de los proyectos de unidad soberanista, y abogó por una consulta en Euskadi y Navarra para "construir una convivencia constructiva y estable de cara al futuro".

El coordinador de Lokarri recordó que ahora en la izquierda abertzale "hay un debate muy importante sobre su estrategia política". "Quieren abrir un nuevo tiempo y creo que saben que, para abrirlo, es necesario que haya también algún pronunciamiento relativo a la cuestión del fin de la violencia", señaló.

En este sentido, recordó las palabras de Brian Curry -mediador en Sudáfrica-, en las que destacó que "una nueva estrategia con violencia no es viable". "Entre enero y febrero se tienen que decantar ya las cosas. La izquierda abertzale quiere apostar por una nueva estrategia. Son conscientes de que no es viable con violencia. Por lo tanto, para que pueda tener éxito, tendrá que dar algún paso", señaló.

A su juicio, antes de que ETA dé "ese paso", tiene que venir "precedido por un paso previo de la izquierda abertzale" para que "sea la propia izquierda abertzale la que lidere el proceso y que haga como Gerry Adams en Irlanda del Norte, que sea la que solicite a ETA un alto el fuego con carácter permanente, con voluntad de que sea definitivo y que conduzca al fin de la violencia".

"Ése es el camino que se tiene que recorrer durante estos meses. Dificultades hay muchas. Creo que una parte de ETA no ha aceptado esta realidad y eso supone un grave obstáculo, pero también veo que hay mucha ilusión en las personas que conforman la izquierda abertzale y que esa ilusión puede ser un buen catalizador para que haya algo importante durante estos meses que, al fin, nos hagan salir de este bloqueo y abrir una nueva puerta a las oportunidades", subrayó.

Por ello, subrayó que la Red por el Acuerdo y la Consulta a la que representa presentó "una propuesta que, por un lado, pedía a la izquierda abertzale un mayor grado de claridad respecto a lo que sería desarrollar un proceso sin violencia".

"Y nosotros nos ofrecimos también a colaborar con ellos para promover la convocatoria de consultas populares con la idea de que, si se abre un proceso en el futuro, éste venga sustentado por la voluntad de la ciudadanía", añadió.

En su opinión, en el último proceso de paz y en el de Lizarra "faltaron bases". "Y qué mejor que las bases las ponga la propia ciudadanía, que la ciudadanía democráticamente diga cómo quiere desarrollar ese proceso y eso es lo que hemos planteado a la izquierda abertzale y hemos abierto también al conjunto de partidos", añadió.

No obstante, consideró que este planteamiento, "en las actuales circunstancias, tiene un difícil recorrido, porque no hay un grado de confianza suficiente entre los partidos como para poder desarrollarlo".

En este sentido, mostró su esperanza en que "esto vaya moviendo la situación" para "ir desbrozando el camino que haga posible que este año ya demos un paso de gigante hacia un nuevo proceso de paz".

CONSULTA

Respecto a las consultas, dijo que, "si hubiese un movimiento amplio, como el que ha podido haber en Cataluña, un apoyo amplio por parte de los partidos, sindicatos, y otros movimientos sociales, en estos momentos, sí hay masa crítica suficiente como para que puedan ser un éxito y tener una participación muy alta".

Sobre la propuesta de consulta del Parlamento vasco en el año 2008, consideró que "dejó cierto desfondamiento porque se crearon unas expectativas, que luego, con la prohibición del Tribunal Constitucional, etc", no se pudo concretar.

"Pero, la reivindicación de que la ciudadanía tenga la capacidad de tomar sus propias decisiones se mantiene inalterable. Es una cuestión de lógica democrática. Estamos hablando de cuestiones que son importantísimas para la ciudadanía: el tema de la paz y de la convivencia son los dos grandes retos que tenemos como sociedad en estos momentos", señaló.

Por ello, afirmó que "no hay más camino que el de preguntar a la ciudadanía" si se quiere "construir una convivencia realmente constructiva y estable de cara al futuro".