Maragall advierte el peligro en el tripartido al sumar a CiU

Actualizado: domingo, 5 febrero 2006 15:31


BARCELONA, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, advirtió hoy ante José Luis Rodríguez Zapatero del "fraude histórico" que supondría incorporar CiU a la gobernación de España "a cambio de poner en peligro la mayoría progresista en Catalunya". Maragall se manifestó convencido de que los nacionalistas catalanes "no harán con Zapatero lo mismo que hicieron con Narcís Serra y Felipe González" en la última legislatura de Gobierno socialista en España.

Maragall quiso intervenir por segunda vez ante el Consell Nacional del PSC en presencia de Zapatero para hacer referencia especial a la negociación del Estatut, que en su primer discurso había obviado.

Así, Maragall citó los "recortes" en la negociación y recordó que "el nacionalismo moderado" de CiU "no estaba en condiciones de exigir mucho" por su "urgencia de recuperar cuotas de poder".

El presidente catalán se manifestó "comprensivo" ante esta actitud, aunque dio por hecho que "no es previsible" que CiU vuelva al gobierno en Catalunya "en los próximos seis años". "No es fácil", dijo, "ni por nosotros ni por ERC, con ellos tampoco se entenderán".

Al igual que en su primer discurso, ante Zapatero consideró "positivo" que CiU se incorpore a la gobernación española y "haya dejado de ir a comprar pescado a bajo precio".

No obstante, advirtió que la integración de CiU "no puede ser a cambio de poner en peligro" el tripartito. "Sería un fraude, histórico".

En este sentido, apremió a ERC a decidirse en favor del Estatut, pero admitió que no se puede hacer esta demanda "sin tomar en consideración sus requerimientos fundados". Maragall descartó algunos planteamientos de los republicanos pero señaló que "se tiene que reconocer que una parte de sus propuestas son razonables". Asimismo, recordó que la aportación de ERC a la gobernabilidad de España debe ser "valorada", ya que "lo contrario crearía un precedente peligroso".

Sobre la negociación pendiente, advirtió que se entra en un "terreno resbaladizo" en el que "se enfrentan dos legitimidades parlamentarias" y apuntó los riesgos de que "parezca que el PSC se resarce en Madrid de lo que no consiguió aquí". Por ello, pidió "tiento" y capacidad de convencimiento con "nuestros aliados" y con CiU.

También ante Zapatero quiso reivindicar el papel central del PSC como la "mejor representación de Catalunya" y sostuvo que "no somos un partido de inmigrantes con líderes nacionalistas, como dice no sé quién". "Somos catalanistas como los que más, pero no compartimos el credo del nacionalismo. Catalunya no es lo mismo que el nacionalismo, que quede claro aquí y en Madrid", añadió.

En esta línea, proclamó que el Estatut "es también nuestra bandera", más aún cuando CiU se "sometió al dictado de Aznar" para rechazar una reforma en las dos últimas legislaturas".

Maragall también aprovechó para hacer un reconocimiento público a Zapatero por la devolución de los ya proclamados "papeles de la dignidad perdida", un gesto que "vale lo que vale", dijo, y que, junto al traslado a Barcelona de la sede de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones --apuntó--, demuestran que "no se identifica nación y poder en un solo punto".