BARCELONA, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, "nunca" ha ofrecido al líder de CiU, Artur Mas, la incorporación de la federación nacionalista al Gobierno catalán, según aseguró el portavoz del Ejecutivo, Joaquim Nadal, quien atribuyó la insistencia de CiU en asegurar que fue el presidente quien lanzó esa oferta a la "voluntad de intoxicar" hasta límites "intolerables".
Desde CiU se sostiene que fue el propio Maragall quien lo planteó a Mas el pasado verano durante el 'impass' de la negociación del Estatut en Cataluña y ante la negativa de los nacionalistas de sumarse al consenso en ese momento. Aunque Mas no ha querido revelar quien fue el autor de las ofertas alegando que se realizaron de forma privada, fuentes de CiU insistieron durante el día de hoy en que fue el propio Maragall.
Frente a estas informaciones, Nadal, en rueda de prensa posterior a las reuniones de las comisiones sectoriales del Gobierno, aseguró que "nunca, nadie con capacidad para hacerlo ha formalizado una oferta al señor Mas para entrar en el Gobierno". Nadal limitó a Maragall la potestad única para hacer este tipo de ofertas y aseguró que "no, nunca" el presidente la habría realizado.
Nadal fue más allá y añadió que "como portavoz del Gobierno puedo afirmar que nadie desde la esfera gubernamental ha formulado nunca una propuesta de estas características". "Excepto en conversaciones de tertulia es muy probable que la oferta no se haya producido nunca", apostilló.
Para Nadal, la única pretensión de CiU es "intoxicar" por lo que aseguró que "no perderemos ni un minuto en comentar supuestas conversaciones en el terreno privado y no explicitadas" y con las que Mas sólo busca "llamar la atención". El portavoz del Gobierno limitó a "algunas supuestas fuentes" de CiU la confirmación de "suposiciones sobre suposiciones en relación a una conversación privada" y que situó en la "más absoluta irrelevancia".
El conseller aprovechó para cargar contra Mas y recriminarle el "desparpajo" con el que defiende el sistema de financiación pactado con el PSOE en detrimento del anterior, "asegurando que era muy malo, sin que le tiemble el pulso y sin recordar que fue él quien lo negoció".
