El Ministerio Fiscal propone calificación alternativa quitando el delito de agresión sexual contra González-Eiris

Actualizado: miércoles, 22 marzo 2006 19:45

SEVILLA, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -

El ministerio fiscal presentó hoy una calificación alternativa en la segunda y última sesión del juicio oral que se ha seguido en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla contra el que fuera alcalde de Salteras (Sevilla), Carlos González-Eiris por supuesto maltrato habitual y agresión sexual contra su esposa, R. C. M. --de la que está separado-- por la que suprime la acusación de un delito continuado de agresión sexual contra el ex primer edil del municipio.

Al término de la toma de declaración de los últimos testigos y peritos citados para el caso, el fiscal dijo al Tribunal que aportaba dos posibles vías, o elevar a definitivo su escrito de acusación provisional --en el que pedía once años y medio de prisión para González-Eiris por un delito de maltrato habitual y otro de agresión sexual--, o presentar una fórmula alternativa por la que suprimiría este último delito y con ello la petición de diez años de prisión por el mismo.

En su exposición, el fiscal señaló, entre otras cuestiones, que las versiones del matrimonio --contraído en 1982 y separado en 2001-- son absolutamente contradictorias, que hay que tener en cuenta la persistencia de la mujer y que las pruebas han demostrado que no ha mentido y que es una persona normal. En cuanto a la agresión sexual, dijo que ve una debilitación en los relatos fácticos y que no aprecia en la acción del marido una violación pues, entre otras cosas, cuando la mujer se fue a dormir al sofá ya no hubo más relaciones sexuales no deseadas.

Tras precisar que no ve lesiones en la mujer y que pide una sentencia condenatoria, apuntó que el ex alcalde "tiene algo de narcisismo y, unido al aquí mando yo", puede ser constitutivo de maltrato. Además, y coincidiendo con la acusación particular, dijo que el culmen del maltrato fue el hecho de que la mujer fuera internada en un psiquiátrico cuando decidió irse a una casa de acogida, el 7 de junio de 2001, sin que los facultativos que la trataron detectaran motivos para ello. En cuanto a la indemnización solicitada por la acusación pública, pasó de 6.000 euros a 3.000.

Por su parte, la acusación particular mantuvo su petición de 18 años de cárcel par González-Eiris por supuestos delitos de violencia habitual, amenazas, agresión sexual y lesiones psicológicas. Defendió que ha quedado acreditado el trato vejatorio del procesado hacia su mujer y que éste intentó hacer ver que la mujer estaba loca. También pidió que la agresión sexual supuesta se valore en el ámbito familiar y que las amenazas de muerte que le llegó a realizar, siempre supuestamente, también deberían tener un reconocimiento penal.

La letrada, Amparo Díaz, dijo también que había quedado claro que González-Eiris quería mantener su posición, por lo que trató de que la situación familiar no saliera a la luz, y le acusó de manipular a su esposa y a los profesionales que la atendieron cuando intentó separarse y que llegó a poner en una situación incómoda a su mujer con su familia y con él mismo, todo ello con el objetivo de generar la idea de que es una persona con dificultades mentales.

La defensa, por su parte, pidió la libre absolución y la presunción de inocencia argumentando que la mujer ha cometido contradicciones, que no se ha demostrado que el ex alcalde fuera un borracho o una persona agresiva y que lo único que ha habido ha sido un proceso de separación matrimonial "más o menos traumático".

RELACIONES SEXUALES PLACENTERAS

En la sesión de hoy, en la que el caso ha quedado visto para sentencia, prestó declaración el hijo mayor del matrimonio, P. G. C., de 22 años, que negó que oyera a sus padres pelear y que era su madre quien provocaba a su padre insultándole y menospreciándole. Como dormía en un cuarto contiguo al de la pareja, dijo que escuchaba sus relaciones sexuales, sin que oyera gritos ni muestras de rechazo o dolor por parte de su madre. "Me contó que mi padre tenía un hijo con otra mujer, pero ese niño nunca ha existido. Me engañó y me utilizó para ponerme en contra de mi padre", aseveró.

También añadió que su padre, con el que reside, no es bebedor y que nunca llegaba borracho a casa, a diferencia de lo declarado por su madre en la sesión de ayer; y que era un matrimonio normal y que, si estuvieron un tiempo sin teléfono fijo, era por problemas de humedad en el domicilio, no porque su padre hubiera cortado la línea. Llegó a decir también que un día encontró a su hermano menor sólo en la calle y que González-Eiris no minusvaloraba a su madre, "jamás, mi madre a mi padre sí. No me creo que hubiera maltrato, conociéndoles y en los 17 años que viví con ambos nunca ha existido, ni violaciones. No lo he visto ni lo he escuchado".

El hijo de la pareja dijo además que su madre se fue a dormir al salón porque "quiso". En cuanto a los psicólogos y psiquiatras que también declararon hoy, coincidieron en señalar que la mujer no tenía trastornos mentales severos cuando fue atendida, sino rasgos de ansiedad y depresión que podrían ser propios de la situación que aseguraba vivir en su casa.

Tanto el fiscal como la acusación particular dijeron que el hijo de la pareja había defendido a su padre "ayudando a mi señor", reflejando el fiscal que "los hijos no perdonamos a una madre que esté hundida". La acusación particular abundó en que el hijo "tiene una posición visceral porque también ha sido víctima" de la situación supuestamente vivida en su hogar.