Moratinos advierte contra la "tentación unilateralista" de EEUU porque produce "efectos contraproducentes"

Actualizado: jueves, 13 julio 2006 21:25

MADRID, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, advierte en un artículo publicado en el último número de la edición español de 'Foreign Policy' que Estados Unidos "no puede modelar" el orden internacional en solitario y que la "tentación unilateralista" acaba siendo descartada ya que produce "efectos contraproducentes".

Bajo el título de 'Nuevo Occidente', el jefe de la Diplomacia española explica que esta nuevo Occidente surge en "contraposición" con otro ya caduco. "Este viejo Occidente es antes que nada el colonial, que acabó generando opresión y explotación en nombre de una supuesta misión civilizadora. Otra noción superada de Occidente es la de la guerra fría, ya que una vez desaparecida la Unión Soviética ha perdido todo el sentido que pudo tener", indica.

Finalizada esta etapa de bipolaridad, Estados Unidos queda como la única verdadera superpotencia --"la hiperpotencia en el término acuñado por Hubert Védrine"-- y vive un momento unipolar.

"Sin embargo, la tentación unilateralista acaba siendo descartada años después, ya que produce efectos contraproducentes. EEUU no puede modelar el orden internacional en solitario y su poder no se traslada en una mayor capacidad de influencia, sino todo lo contrario", opina.

Además, considera que si Washington ha renunciado a la idea de "liderar por imposición", Europa ha descartado también su definición como "contrapeso" al poder norteamericano. "Estamos por tanto ante la oportunidad de rediseñar las relaciones transatlánticas e iniciar una nueva etapa de concertación para lidiar en común con los grandes desafíos de nuestro tiempo: el terrorismo, la proliferación de armas de destrucción masiva, la lucha contra la pobreza, la protección del medio ambiente o las pandemias, entre otros", subraya el ministro.

Este nuevo Occidente es, en definitiva, una "comunidad de valores que no quiere permanecer encerrada en las fronteras geográficas de Europa y Norteamérica, por más que en esas dos áreas se encuentre su núcleo original".

Asimismo, dice estar "convencido" de que las voces latinoamericanas se tienen que dejar oír con más fuerza en el mundo como parte de esa comunidad de valores. "Hay además una realidad pujante que actúa en esa misma dirección: la inmigración latinoamericana en Estados Unidos, que la convierte ya en la principal minoría, y también en Europa, donde empieza a contarse por millones", constata.

"Hablamos, por tanto, de un nuevo Occidente que se rearma moralmente, que se abre a nuevas aportaciones, capaz de enriquecerse con otras contribuciones culturales y con voluntad también de influir en el mundo mediante la persuasión, en primer lugar con la fuerza del ejemplo. Un nuevo Occidente revitalizado que no se define contra nadie sino que quiere ser un factor de creación de legitimidad en las relaciones internacionales y de promoción de los ideales de libertad e igualdad que constituyen su misma esencia", concluye.