El ministro de Exteriores visitará en Poti a los 10 guardias civiles desplegados en el marco de la misión de observación de la UE
MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, iniciará hoy un viaje oficial a Georgia, donde visitará a los diez guardias civiles que ha aportado España a la misión de observación de la Unión Europea desplegada en Georgia, y el domingo se dirigirá a Turquía, donde la delegación española conversará con las autoridades turcas sobre la aspiración de este país de entrar en la Unión Europea.
En Georgia, el objetivo del Gobierno español es dejar constancia de su compromiso con el principio de integridad territorial, hacer un seguimiento de la situación sobre el terreno y promover las relaciones bilaterales. Rusia y Georgia mantuvieron un breve conflicto armado a principios del pasado mes de agosto, después de que Tiblisi intentase recuperar el control de la región secesionista de Osetia del Sur, acción a la que Rusia respondió militarmente.
Está previsto que el ministro de Exteriores se entreviste con su homóloga georgiana, Eka Tkeshelashvili, con el presidente del país, Mijail Saakashvili, y con el presidente del Parlamento, Davit Bakradze. También con las autoridades de Poti, la localidad portuaria donde están desplegados diez guardias civiles como parte de la misión de observación de la UE, compuesta por más de 200 efectivos.
El fin de esta misión es constatar que se cumplen las obligaciones del acuerdo de paz impulsado por la Presidencia de la UE y firmado por Rusia y Georgia en septiembre que exige, entre otras cosas, que las tropas rusas se retiren de las zonas adyacentes a las dos regiones separatistas, Abjazia y Osetia del Sur.
Rusia reconoció en agosto la independencia de estos dos territorios georgianos, algo que el Gobierno español concibe como una acción unilateral no aconsejable que no ayuda a resolver el conflicto, al igual que ocurre en el caso de Kosovo. España ve su postura avalada por la opinión de los Veintisiete, que también luchan por preservar el principio de integridad territorial y contra los unilateralismos.
Por otro lado, el Gobierno español espera que, al igual que la UE inició una dinámica positiva al impulsar el acuerdo de paz y ofrecer observadores para Georgia, en la conferencia de donantes que se celebrará el día 22 de este mes en Bruselas se mantenga esa misma dinámica para reconstruir las zonas que resultaron afectadas por la guerra.
TRANSMITIR EXPERIENCIA A TURQUÍA
Mientras, en Turquía, la delegación encabezada por Moratinos se centrará en transmitir la experiencia de España en su proceso de adhesión a la UE para aplicarla a las negociaciones que mantiene actualmente Ankara con los Veintisiete con el objetivo de unirse a la Unión. En este contexto, el Gobierno español, que promociona en Bruselas la candidatura turca, también le aconsejará sobre cómo aprovechar y optimizar los fondos de cohesión que pudiera recibir Turquía en el futuro.
La delegación española mantendrá encuentros con el presidente turco, Abdulá Gul, y con el presidente del Parlamento, Koksal Toptan, aunque posiblemente se organicen más reuniones ya que la agenda del viaje no está cerrada.
El jefe de la diplomacia española trabajará por reforzar las relaciones bilaterales con Turquía y también los vínculos comerciales. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero considera que ambos países comparten su interés por múltiples temas y que tienen posiciones muy cercanas.
El flujo de inversión de las empresas españolas en Turquía es creciente y además es un mercado que ofrece muchas oportunidades. Actualmente, los intercambios comerciales bilaterales alcanzan casi los 100.000 millones de euros, ámbito en el que destaca el sector de la automoción. Asimismo, España está construyendo allí el primer tren de alta velocidad de Turquía --tanto vías como trenes-- que cubrirá la ruta Ankara-Estambul.
La relación entre Ankara y Madrid es, según el Gobierno español, muy estrecha, algo a destacar dada la importancia geoestratégica de Turquía para Europa. Así, considera que el hecho de que los dos países copatrocinasen en sus inicios la Alianza de Civilizaciones es una demostración de la buena sintonía que les une.
A pesar de esta buena relación, el Gobierno reconoce que la integración de Turquía en la UE va a ser un proceso largo y difícil y que existen varios obstáculos, como la cuestión de Chipre --país dividido por la disputa entre turco y grecochipriotas--, el tamaño territorial y poblacional del Estado turco y su nivel económico, muy inferior al de la media de los Veintisiete.
Pero el Gobierno de Zapatero opina que lo importante es que Ankara prosiga con las reformas y vaya adoptando el acerbo comunitario. Para el Ejecutivo, en cambio, ni las operaciones del Ejército turco en el norte de Irak contra los rebeldes kurdos ni el carácter islámico de la sociedad turca suponen grandes impedimentos para que se adhiera a la UE.
