Zapatero decide mantener a López Garrido y Juan Pablo de Laiglesia será nombrado nuevo 'número dos' de Exteriores
MADRID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Angel Moratinos, llevará este viernes al Consejo de Ministros la propuesta para adelgazar la estructura de su departamento, que verá reducida de cuatro a tres el número de secretarías de Estado, con la desaparición de la de Iberoamérica, han confirmado este jueves a Europa Press fuentes diplomáticas.
Desaparece así el órgano que creó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en 2006, cuando confió su dirección a la política socialista Trinidad Jiménez. Su sucesor, el diplomático Juan Pablo de Laiglesia, será nombrado secretario de Estado de Asuntos Exteriores, en sustitución del actual Angel Lossada, que se recupera de un aneurisma cerebral sufrido en abril.
La Secretaría de Estado de Cooperación Internacional que dirige Soraya Rodríguez permanecerá sin cambios mientras que la de la UE, en manos de Diego López Garrido, se mantendrá, si bien el ministro llegó a pensar en integrarla en Asuntos Exteriores. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha optado finalmente por conservarla.
Una eventual eliminación de la Secretaría de Estado para la UE hubiera supuesto un cambio de gran calado en la historia del departamento ya que existe desde antes de que España ingresara en la Comunidad Económica Europea en 1986. Además, hubiera obligado a buscarle una salida digna a López Garrido.
VUELTA A 2004
Con este nuevo organigrama, Exteriores recupera la primera estructura que Moratinos decidió nada más ser nombrado, cuando alargó el nombre oficial del Ministerio, para que fuera el de Asuntos Exteriores y de Cooperación, y desvinculó la política sobre Iberoamérica de la Secretaría de Estado de Cooperación --como heredó del PP-- para integrarla en la de Asuntos Exteriores.
Como consecuencia del plan de ajuste en la Administración para reducir el déficit público, Exteriores prescindirá de la secretaría general para la UE, cuyo titular, Miguel Angel Navarro, será nombrado embajador (previsiblemente en Japón).
También se elimina la secretaría general de Asuntos Consulares y Migratorios, creada en 2008 a medida de Francisco Javier Elorza, que terminaba su mandato como embajador en Moscú. La dirección general de Asuntos y Asistencia Consulares volverá así a depender de la Subsecretaría del Ministerio.
El adelgazamiento del Ministerio conllevará la desaparición de al menos tres direcciones generales. Se da por segura la eliminación de la dirección de Asuntos Estratégicos y Terrorismo, que podría englobarse en otra que aborde la política multilateral, y la de Organismos Multilaterales Iberoamericanos.
La división actual de direcciones generales por zonas geográficas es susceptible de agruparse aún más (algunas fuentes mencionan la posible unión de la dirección para Africa con la de Magreb, Oriente Próximo y Mediterráneo), mientras que la Secretaría de Estado para la UE, que seguirá en manos de López Garrido, podría perder alguna competencia en favor de Asuntos Exteriores.
Las fuentes consultadas coinciden en señalar que no se eliminará la Dirección General de Comunicación Exterior, que mantendrá el mismo rango aunque no descartan un cambio de nombre. En cambio, su actual responsable, Julio Albi, deberá ser relevado, pues será nombrado embajador en Damasco.
La Dirección General de Comunicación Exterior cumple un papel distinto al de los gabinetes de prensa de otros Ministerios que sí se han quedado reducidos en una subdirección general, subrayan las fuentes, al ser un canal de comunicación oficial del Gobierno de cara al exterior.
Esta dirección general cambió de nombre bajo el actual Gobierno socialista. Antes era la Oficina de Información Diplomática, y por este nombre se sigue conociendo.
Aunque el decreto de reestructuración del Ministerio se aprobará mañana, es posible que los nombramientos y ceses de los directores generales queden para más adelante.
