A CORUÑA, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
La mujer de 29 años que dio a luz en A Coruña a un bebé que apareció muerto en un contenedor próximo a su lugar de trabajo permanece ingresada en el Hospital Materno Infantil Teresa Herrera y custodiada por efectivos policiales, según informaron a Europa Press fuentes hospitalarias.
Los hechos se conocieron ayer por separado, ya que el cuerpo del bebé apareció en la calle San Vicente, en el barrio de Os Mallos, frente a la frutería donde trabajaba desde hace años. Mientras, su madre fue localizada poco después en el edificio donde reside, el número 63 de la calle Emilio González, en el polígono de los Rosales, después de que una vecina avisase de la presencia de restos de placenta en una papelera.
Al parecer, la mujer, que había ocultado su embarazo, dio a luz en la frutería donde trabajaba y arrojó al bebé --de unos ocho o nueve meses de gestación-- a un contenedor de basura. Sobre las cuatro y media de la tarde, un vecino que iba a tirar la basura encontró el cuerpo de una niña prácticamente formada.
Al lugar se trasladó una ambulancia del 061 y también efectivos de la Policía Nacional, tras recibir el aviso de que había aparecido un bebé, aunque sin que se pudiese hacer nada por su vida ya que ya había fallecido. La autopsia deberá determinar ahora si se encontraba todavía con vida cuando fue arrojado al contenedor o había ya muerto.
Dos horas antes, sobre las 14.30 horas, el 061 recibió también una llamada alertando sobre la posible existencia de restos de placenta en una papelera de un edificio del polígono de Rosales, según explicaron hoy a Europa Press fuentes de este servicio médico. A su llegada, confirmaron que se trataba de este tipo de restos.
En el suelo y en el ascensor del mismo había un rastro de sangre. Cuando los agentes de la Policía Nacional que se desplazaron al lugar preguntaron a la mujer, ésta únicamente les indicó que se había cortado en un brazo. Poco después, cuando intentaba marcharse en su coche, fue interceptada por miembros de la Policía Nacional. Una ambulancia del 061 la trasladó al Hospital Teresa Herrera.
PERSONA NORMAL
Hoy los vecinos se mostraban incrédulos ante lo sucedido y califican a la mujer como una "persona normal". Los vecinos consultados por Europa Press indicaron que no tenían conocimiento de que estuviera embarazada, pero que cómo era "regordeta y solía vestir siempre faldas largas y cosas flojas era fácil que lo ocultara".
La mayoría aseguraron que su relación con ella se limitaba a un cruce de saludos en el ascensor, sin concretar si vivía o no sola. Algunos comentarios apuntaban a que había sufrido un aborto, hipótesis que también se barajaba ayer entre vecinos de la frutería donde trabajaba. En el establecimiento, eludieron hoy a hacer declaraciones sobre lo sucedido.
