MADRID, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
El estado de salud del portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, ha empeorado en las últimas horas. De la bronquitis ha pasado a una neumonía que le tendrá al menos diez días en reposo, lo que retrasará todavía más su comparecencia en la Audiencia Nacional que, con casi total seguridad, le llevará a la cárcel. El juez Fernando Grande-Marlaska ha mandado a prisión al también dirigente de Batasuna Juan José Petrikorena y ha impuesto fianzas de 100.000 euros al secretario general de LAB, Rafael Díez Usabiaga, y de 200.000 euros al batasuno Pernando Barrena por los incidentes de la huelga convocada por Batasuna. La Fiscalía no ha pedido prisión para ninguno de ellos y el Fiscal General del Estado, Cándido Conde-Pumpido, tachó estos encarcelamiento de "jurídicamente improcedentes". El Ministerio Público sí pedirá prisión para Otegi.
El último parte medico de Otegi señala que padece neumonía. Con este diagnóstico, el líder abertzale deberá permanecer en su domicilio, en reposo y bajo medicación, al menos diez días. La enfermedad del portavoz de Batasuna hizo que Grande-Marlaska retrasara 'sine die' su comparecencia para decidir si mantenía la situación de libertad bajo fianza y hasta el próximo 10 de abril del juicio que debía celebrarse este mismo jueves por la participación de Otegi en el homenaje que se celebró en diciembre de 2003 al etarra José Miguel Beñarán, alias 'Argala'.
Lo que cada vez parece más claro es que cuando Otegi pueda comparecer ante el juez Grande-Marlaska acabará en prisión, dado que el magistrado ha encarcelado a dos de los cinco dirigentes abertzales que han comparecido ante él hasta ahora. El primero fue Juan María Olano, ex responsable de Gestoras Pro Amnistía, y a él se ha unido el dirigentes de Batasuna Juan José Petrikorena.
El juez impuso al también líder de la formación abertzale ilegalizada Pernando Barrena una fianza de 200.000 euros, y de 100.000 para el secretario general de LAB, Rafael Díez Usabiaga por los incidentes que tuvieron lugar en la jornada de huelga que convocó Batasuna tras la muerte de dos etarras en prisión. En libertad quedó la abogada Arantxa Zulueta, que también declaró ante el juez y para la que las acusaciones no pidieron medida alguna.
PETICIONES DE PRISIÓN
La Fiscalía no pidió prisión para ninguno de las cuatro personas a las que Grande-Marlaska había citado, aunque sí pedirá esa medida para Otegi cuando sea posible su comparecencia. El Fiscal General del Estado, Cándido Conde-Pumpido, aseguró que el encarcelamiento de estos líderes abertzales es "jurídicamente improcedente". Las dos acusaciones personadas, las de la Asociación de Víctimas del Terrorismo y de Dignidad y Justicia, sí pidieron el ingreso en prisión de Barrena, Petrikorena y Díez Usabiaga.
Ninguno de ellos quiso declarar ante el juez. Grande-Marlaska ya consideró a Olano inductor de 108 actos violentos que se produjeron en la jornada de huelga en el País Vasco y Navarra, inductor de los delitos de desórdenes públicos y coacciones con fines terroristas y estragos terroristas. Entre esos hechos se cuentan las cuatro bombas que colocó ETA y el magistrado recuerda que ningún dirigente de la izquierda abertzale condenó las acciones con posterioridad a los hechos.
