Pedro J. Ramírez dice que "gente del Gobierno" le advirtió que Bárcenas "traspasó la línea roja" al contarle la caja b

Publicado: viernes, 21 junio 2019 14:44

Se considera una "víctima" de la operación Kitchen, porque detectó "movimientos de seguimiento" a su alrededor

MADRID, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -

El director del diario 'El Español', Pedro J. Ramírez, ha afirmado este viernes en el juicio por la destrucción de los ordenadores que usaba Luis Bárcenas en el PP que "gente del Gobierno" de Mariano Rajoy le advirtió que el extesorero había "traspasado la línea roja" al reunirse en 2013 con él y darle detalles sobre la presunta caja b de los populares, que posteriormente publicó.

Así lo ha manifestado el periodista durante su declaración como testigo en esta vista oral, a la que sido convocado por la acusación popular Izquierda Unida, por el artículo publicado en julio de 2013 en el diario 'El Mundo' --que en ese momento dirigía - en el que se informaba de una conversación que había mantenido con el extesorero sobre la caja b del PP durante al menos 20 años, "fruto de un sistemático procedimiento de financiaión ilegal basado en recoger dinero negro".

Según ha dicho, aunque que era consciente de que esa noticia no le "iba a crear una situación cómoda", "no tenía más remedio" que publicar el "modus operandi" que Bárcenas le había contado porque, en su opinión, era algo "relevante y veraz". De hecho, ha recordado que él sugirió al extesorero que acudiese a la Justicia, cuando éste le insinuó que no debía publicar esta información que "haría caer al Gobierno". El periodista ha afirmado que le manifestó que "un sistema democrático tiene que basarse en la verdad".

SE SINTIÓ "LIBRE" PARA PUBLICAR LA CONVERSACIÓN CON BÁRCENAS

Si bien, Ramírez ha reconocido que al no ponerse ningún tipo de "restricción" en esa conversación, se sintió "libre" para publicar todo lo que le había contado y más cuando unos días antes el extesorero había ingresado en prisión provisional y no se iba a producir un "segundo encuentro". Ha apuntado que acudió a esa reunión con "escepticismo" porque penaba que Bárcenas iría con la "estrategia de decir sin decir, de insinuar sin contar".

No obstante, todo los detalles que le ofreció, como el modo en el que el extesorero fallecido del PP Álvaro Lapuerta anotaba los nombres de los donantes del partido, coincidían con lo que su redacción ya iba "persiguiendo" desde hacía un tiempo, cuyas fuentes habían sido "altos dirigentes" de la formación política.

Sobre esto ha añadido que le sorprendió que la reacción de Bárcenas al ver publicada su charla no fuese el enfado, sino que le hiciese llegar el documento original de los conocidos 'papeles de Bárcenas', que detallan la supuesta contabilidad opaca del partido entre los años 1993 y 1996.

El periodista ha confesado que "gente del Gobierno, del entorno del Ministerio de Justicia y del Interior" le dijeron que "Bárcenas había traspasado la línea roja al reunirse con él", al mismo tiempo que ha asegurado que no tiene "ninguna duda" de que "con esa publicación se pone en marcha la operación para mi destitución como director del periódico que había fundado".

Además de relatar la declaración que prestó ante el entonces juez instructor de la Audiencia Nacional que llevaba la investigación del caso Gürtel, Pablo Ruz, a quien entregó esos manuscritos de Bárcenas y de apuntar que el mismo extesorero le insinuó que no entendía porque sus ordenadores no habían sido reclamados judicialmente, cuando eran los que guardaban archivos relacionados con la caja b, ha hecho mención a la denominada 'operación Kitchen', que investiga el Juzgado Central de Instrucción número 6, en el marco del conocido como 'caso Villarejo'.

"TODO UN MONTAJE" DE SEGUIMIENTOS

"A lo mejor soy un periodista obsesionado con el mundo de los espías, pero detectamos que había seguimientos de gente en motocicletas", ha dicho el periodista, que se ha calificado como una "víctima" de esta operación. "Vi cómo se desplegaba a mi alrededor todo un montaje de mis movimientos", ha señalado.

Una de las veces que se percató de esta situación fue cuando se reunió en el reservado de un restaurante con la mujer de Bárcenas, Rosalía Iglesias, y "48 horas después" se conoció que se habían producidos "escuchas" de su conversación.

Ha señalado que ella también era consciente de que estaba siendo sometida a seguimientos, pues al finalizar ese encuentro se preocupó de que su chófer, Sergio Ríos --investigado en la Audiencia Nacional por esta operación--, no contestase a sus llamadas, "por si le había pasado algo". "Al cabo de media hora, el chófer estaba en el lugar en el que debía estar", ha ironizado.

Ante las dudas de quiénes les podían estar vigilando, Ramírez ha indicado que llamó al director del Cuerpo Nacional de Inteligencia (CNI) Félix Sanz Roldán, al que "conocía desde hace tiempo", para preguntarle sobre estos seguimientos y que éste le dijo: "nosotros no somos". "Y quedaron ahí unos puntos suspensivos que entendí perfectamente y que he ido entendiendo cuando han ido emergiendo los detalles de la operación Kitchen", ha concluido.

OTROS TESTIGOS

En la sesión de este viernes también han comparecido otros testigos como el responsable del departamento de Servicios Generales del PP, a quien el abogado y acusado en este juicio, Alberto Durán, llamó para que se encargase de vaciar la Sala Andalucía que usaba Bárcenas como despacho, después de que le prohibiesen la entrada en la sede de los 'populares'.

Aunque al principio ha dicho que "imagina" que había un segundo juego de llaves de esta sala, al igual que hay de otros despachos, después ha afirmado que abrió la puerta con llave, porque de lo contrario le hubiese "llamado la atención". "No fue un método diferente al habitual", ha destacado, al igual que ha negado que se llamara un cerrajero, como ha declarado anteriormente otro testigo, el exjefe de Seguridad y cuñado del extesorero, o un intento anterior para entrar.

También ha comparecido, por videoconferencia, un empleado de la tienda de informática a la que Bárcenas acudió para que le arreglasen el disco duro de su ordenador Apple, sobre el que ha dicho que estuvo "tan dañado" que era difícil recuperar datos. No obstante, el testigo no ha precisado si finalmente todos los archivos se perdieron o no.

Por último, ha declarado una trabajadora del PP que analizó el sistema para inventariar todos los equipos electrónicos del partido. Ha indicado que este proceso se comenzó a hacer en 2012, aunque no ha podido detallar cómo se identifican los ordenadores que son profesionales o personales, ya que, según ha dicho, no era de su competencia.

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