Critica que los populares gallegos sigan las directrices de Rajoy y recomienda a Feijóo que negocie los presupuestos con Zapatero
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
El líder del BNG, Anxo Quintana, reconoció hoy sentir "cierta envidia" ante la decisión del Consejo Político de UPN de "abstenerse" en la votación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), una actitud que el portavoz nacionalista calificó como "propia de un partido autónomo sin influencias de Madrid" y que recomendó seguir al PPdeG.
En declaraciones a los medios de comunicación, Quintana explicó que lamenta que el PP gallego no actúe "del mismo modo" que sus compañeros navarros y que se "limite" a seguir las directrices de Mariano Rajoy. "Si el PP dialogara y se sentara a negociar daría un gran paso para Galicia", insistió el nacionalista gallego.
"El señor Feijóo debería aprovechar la visita de Rajoy hoy mismo a Galicia para informarle de que él, como responsable del partido en Galicia, se sentará a dialogar con Zapatero para reclamar unos presupuestos para Galicia", apuntó el portavoz nacional del Bloque y vicepresidente de la Xunta.
En este sentido, instó al presidente del PPdeG a "seguir el mismo camino" que UPN y "evitar" que Galicia pierda "una gran oportunidad" para tener peso en los presupuestos generales. En este sentido, alabó el "peso" que la formación navarra, con dos diputados, está consiguiendo en las Cortes, "una fuerza que el PPdeG, con 11, no consigue".
INTERVENCIÓN ECONÓMICA PARA LA CRISIS
Por otra parte, Quintana calificó de "normal y buena" la reunión que mantuvieron hoy los consejeros de Economía y Trabajo en la sede el PSOE para tratar la crisis económica en Galicia. "Es bueno que lo hagan y analicen la situación desde su perspectiva de partido, en el Gobierno lo hacemos de forma conjunta todos los días".
En este sentido, criticó la actitud del PPdeG, que "ahora defiende la intervención pública", dijo, cuando hasta el momento "querían convencernos de todo lo contrario, de que el mercado por sí mismo solucionaría los problemas económicos del sistema".
"Ahora está claro que no sólo no los soluciona", explicó, "sino que el propio mercado genera problemas". Por ello, apostó por una política de intervención de los poderes públicos en el mercado para conseguir "una economía productiva y una inyección en las economías domésticas".
