Piden 25 años de cárcel para un hombre acusado de matar a puñaladas a su madre en Vilanova i la Geltrú (Barcelona)

Actualizado: lunes, 7 abril 2008 17:35

BARCELONA, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -

Un jurado popular juzga desde hoy a un hombre acusado de matar a su madre, a quien supuestamente asestó 43 puñaladas, durante una discusión que mantuvieron por motivos económicos en el domicilio familiar, en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) en 2005. La Fiscalía pide 25 años de prisión por un asesinato con alevosía y ensañamiento.

El procesado, Luis G.M., de 31 años, reconoció haber acuchillado a su madre, Soledad M.L., de 49, aunque dijo no recordar los hechos, ya que la noche del crimen --el 4 de abril de 2005--, había consumido alcohol y cocaína.

La víctima y su agresor convivían desde enero de ese año, después de que el novio de la fallecida la dejara con el piso y los gastos tras terminar con la relación sentimental que mantenían. Al vivir juntos, Luis G.M. podía ayudar económicamente a su madre, con quien tenía una "buena" relación, aunque discutían "bastantes veces", explicó el procesado.

La tarde del 4 de abril, madre e hijo quedaron en un bar, dónde él tomó una o dos copas de cava antes de irse a comprar y consumir un gramo de cocaína. Al llegar a casa, Luis G.M. encontró a su progenitora preparando la cena y tuvieron "una gran bronca" después de que ella le reclamara el dinero, aunque el procesado aseguró que ya se lo había dado.

El acusado relató que momentos después, cuando estaba en el baño, su madre apareció con "actitud agresiva" y un gran cuchillo de cocina en la mano. Ambos forcejearon y cayeron al suelo, pero a partir de ese momento y hasta que vio el charco de sangre, Luis G.M. dice no recordar nada porque no quiere recordarlo, explicó.

La Fiscalía sostiene que en el transcurso de la discusión, el procesado golpeó y empujó a la víctima, la intentó ahogar con una camiseta y cuando se hizo con el cuchillo se lo clavó repetidas veces hasta que se rompió. Cuando ésto sucedió, añadió el fiscal, Luis G.M. fue a buscar otro cuchillo y se lo clavó varias veces a su madre hasta que se le quedó incrustado en la parte posterior de la cabeza.

Tras cometer el crimen, el procesado cogió el bolso de su madre donde estaban las llaves del coche, y saltó desde el balcón --el domicilio se encontraba en la primera planta del número 4 de la calle Francesc Ivern-- al patio de luces. Desde allí llegó a la calle a través de una vivienda.

El fiscal aseguró que si el agresor no salió por la puerta del domicilio fue porque hasta allí se habían acercado algunos vecinos tras oír los gritos de la fallecida que pedía ayuda, pero no pudieron hacer nada. De hecho, los agentes de Policía que acudieron al lugar requirieron la intervención de los bomberos para que forzaran la puerta, porque estaba cerrada con llave.

Esa misma noche, Luis G.M. volvió a comprar y consumir cocaína y, más tarde, llamó a su padre para saber si sabía lo que había ocurrido y quedó con él en un bar. Ambos se presentaron en una comisaría de Policía, donde el acusado confesó el crimen y fue detenido.