MADRID, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del PP en el Senado, José Manuel Barreiro, ha planteado que los parlamentarios presenten en la Cámara Alta su declaración anual de IRPF y de Patrimonio al mismo tiempo que en Hacienda, como medida de transparencia y contra la corrupción.
Barreiro ha hecho esta propuesta ante el interés de la portavoz socialista, María Chivite, de que el Senado cambie su Reglamento para poder reprochar o sancionar de alguna manera a los senadores que falseen la declaración de bienes y rentas que están obligados a presentar. La Cámara no tiene ningún instrumento para hacerlo y se limita a registrar y publicar los datos que dan sus señorías.
El portavoz del PP ha considerado "lógica" la propuesta de Chivite. "Todo lo que se pueda hacer para dificultar que se lleven a cabo actuaciones como las que estamos viendo me parece que bueno", ha dicho Barreiro.
"Si se demuestra que un senador ha trasladado una información falsa, debe haber un mecanismo para sancionarlo", ha admitido Barreiro, pero ha apostado por "una iniciativa más rápida e inmediata", la presentación de las declaraciones de Renta y, en su caso, de Patrimonio. "Puede ayudar a dar transparencia", ha agregado.
No es la primera vez que se plantea esta duda en el Senado, ante la incapacidad del Parlamento para investigar las declaraciones de bienes y rentas que presentan los cargos públicos. Pero el caso de Francisco Granados ha devuelto actualidad al asunto.
Granados, detenido este lunes en una operación dirigida por la Audiencia Nacional contra la corrupción municipal, había dimitido ya como senador el pasado mes de febrero tras publicarse que tenía una cuenta en Suiza con casi un millón y medio de euros desde 1999. En 2011, al inicio de la legislatura, presentó la obligatoria declaración de bienes y rentas en la que no mencionaba este dinero y aseguraba tener unos 500.000 euros en cuentas y depósitos, así como varios pisos y plazas de garaje.
Los Servicios Jurídicos del Senado harán un estudio de derecho comparado, para conocer qué ocurre en los parlamentos de otros países antes de plantear una reforma del Reglamento.
