Presunto asesino del taxista madrileño: "Una persona falleció por mi culpa. Creo que tengo que estar en la cárcel"

Actualizado: jueves, 2 julio 2009 16:41

Asegura que si hubiera tenido constancia de que le dejó malherido, se hubiera quedado para ayudarle

MADRID, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -

El presunto asesino del taxista argentino Daniel Aníbal Aguilera, quien murió el 19 de octubre de 2007 en el distrito de Hortaleza, reconoció hoy su autoría en el crimen, si bien insistió en que entonces no tuvo constancia de que le había herido en el cuello en el transcurso de un forcejeo que se inició al no tener dinero para pagarle el traslado.

"Si lo hubiera sabido, me hubiera quedado a ayudarlo", aseveró el brasileño Omar E.D.N., de 24 años, quien admitió que se entregó una semana después en la comisaría después de ver una imagen suya en la televisión. "Una persona falleció por mi culpa. Tengo que pagar porque fue mi culpa. Creo que tengo que estar en la cárcel", aseguró el acusado con visibles muestras de arrepentimiento.

Un jurado popular será el encargado de juzgar durante los próximos días al supuesto agresor de Aguilera, cuya muerte provocó la indignación del colectivo. Horas más tarde, el gremio de los taxistas paralizó las calles de la capital, colocando cintas negras en las antenas de sus vehículos en señal de luto.

Varios de sus compañeros se acercaron a la Audiencia madrileña para arropar a la viuda de la víctima y a su hija. El presidente de la Agrupación General de Taxistas de Madrid (Agetaxi), Francisco Esteban, reclamó la creación de un prototipo de vehículo en el que el taxista esté separado por completo del cliente para garantizar la seguridad. "Nadie hace nada para arreglar los problemas", se lamentó.

Omar E.D.N. se enfrenta a una petición fiscal de 18 años de prisión por un delito de homicidio y cinco de robo con violencia. La acusación popular, que representa al gremio de los taxistas, solicita 15 años de cárcel, mientras que su defensa 3 años de prisión por homicidio imprudente. El fiscal reclama que indemnice con 200.000 euros a la pareja sentimental del fallecido y con 80.000 euros a la hija que tenían en común.

CON LA IDEA DE ATRACARLO

En su declaración, el procesado relató que tomó un taxi a las 23.10 horas de ese día, con "la intención de atracarlo". Sin embargo, enseguida se percató de que su cara le sonaba del barrio, desechando la idea del robo. Le pidió entonces que le llevara a su domicilio. Una vez en el destino, éste le manifestó que no tenía efectivo para pagarle y que esperara para conseguir el dinero de sus familiares.

"Se puso bravo, muy nervioso. Empezamos a discutir y a forcejear. Saqué la navaja. Me la quitó y me cortó en la mano. La navaja se cayó y la cogí. Le vi sangre en la mejilla, pero no sabía si era suya o mía", esgrimió. Según su versión, el taxista le abrió la puerta en un momento del forcejeo para que se fuera. "Chaval, vete de aquí", le espetó la víctima.

El procesado relató que salió corriendo asustado, si tener constancia de que le había malherido. "No sabía que le había cortado en el cuello. Le vi sangre, pero pensé que podría ser mía", recordó. Tras ello, contó, se dirigió a casa de un amigo para limpiarse al estar cubierto de sangre. A continuación, se deshizo de la navaja y de la ropa.

Narró que varios conocidos le comenzaron a mandar mensajes por el móvil para preguntarle donde había estado esas horas y si tenía algo que ver. Los días siguientes se quedó pendiente de la televisión hasta que un día difundieron su imagen. Entonces, decidió entregarse en la comisaría de Hortaleza. "Fui a comisaría porque me vi en televisión", admitió.

Según el fiscal, el supuesto agresor se hallaba como pasajero en el taxi que conducía Aguilera, quien trabajaba como empleado del dueño del vehículo. A la altura del número 90 de la calle Gomeznarro, el procesado esgrimió un arma blanca que llevaba oculta y exigió al taxista la entrega inmediata de la recaudación.

Como éste se opuso a su voluntad, le atacó reiteradamente con el arma en la cara y en el antebrazo, hasta que le apuñaló en la base del cuello, seccionándole la yugular. El hombre murió desangrado.

A continuación, el acusado sustrajo la cantidad de 74,60 euros a que ascendía la recaudación y se dio a la fuga. Días más tardes, el presunto agresor se presentó en la comisaría de de Hortaleza, donde fue detenido.