Instituciones Penitenciarias reitera que el sistema no falló y recogió a las 16:36 que el recluso estaba desaparecido MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
El departamento de Inspección Penitenciaria de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ya ha recabado el testimonio del funcionario que el pasado sábado se ocupaba de controlar la pulsera electrónica del recluso Máximo Couto quien asesinó a su novia y causó heridas graves a otras personas, informaron a Europa Press en fuentes penitenciarias.
Asimismo, Instituciones Penitenciarias se ratifica en la versión que ayer dio, asegurando que el sistema no falló, de manera que a las 16:36 quedó recogido en el ordenador que el recluso estaba desaparecido. El mencionado recluso se desprendió de la citada pulsera a esa hora.
Según esta versión, en el momento en el que se recibe la señal de que el recluso está desaparecido, el funcionario encargado de su control tiene que ponerse en contacto con esa persona para ver si ha ocurrido algo. En el caso de que no le conteste, tiene que dar cuenta inmediatamente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para que intenten localizarle.
La versión de Instituciones Penitenciarias no coincide con la del sindicato de prisiones ACAIP, quien durante el día de hoy hizo público un comunicado en el que dice que el funcionario recibió el salto de alarma casi media hora después de que Máximo Cuoto se desprendiese de la pulsera.
Asimismo, el sindicato dice que cuando el funcionario conoció la señal, trató de acceder al sistema para comprobar la incidencia, pero hasta el tercer intento no lo consiguió debido a fallos informáticos del mismo.
