Critica ciertas "salidas de tono" de dirigentes del PNV y señala que sólo buscan "tapar sus más que evidentes contradicciones internas"
BILBAO, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
El portavoz parlamentario y secretario general del PSE-EE de Vizcaya, José Antonio Pastor, pidió hoy al portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, que "no se alborote" y señaló que el propio dirigente abertzale es "consciente de que el Estado de Derecho no va a pagar peaje político alguno por la paz".
En un comunicado de prensa, también se refirió al PNV y a la "salida de tono" de algunos dirigentes de este partido, por "acusar" al PSE-EE de que hacer una "pinza" con Batasuna para desalojar al nacionalismo del Gobierno. Al respecto, criticó que el PNV "haga frente a los problemas internos de su partido con el recurso de atacar al que se considera enemigo externo".
El dirigente de los socialistas vizcaínos afirmó que consolidar el proceso de paz y hacer "irreversible" el fin del terrorismo es el "gran objetivo que debería unir a todos los vascos con independencia de las diferencias ideológicas".
"Sin violencia terrorista Euskadi es más libre, porque sus ciudadanos son más libres y es también más país, porque ya no hay ciudadanos de primera ni de segunda, ni unos vascos que amenazan a otros vascos", agregó.
En este sentido, denunció que la "prisa y la impaciencia" son "malas consejeras para avanzar en este proceso, que tiene ya un camino trazado y es el que abrió la Resolución del Congreso de los Diputados". Pastor aseguró que Zapatero está siguiendo "escrupulosamente ese camino y, por ello, advirtió de que no serán "las ansiedades de unos y otros las que hagan avanzar el proceso de paz".
"Los socialistas no vamos a marcar el paso al son de su música y de sus intereses particulares, sino pensando en los intereses generales del país y de la ciudadanía. Los socialistas vascos tenemos muy claro que es el presidente Rodríguez Zapatero quien debe seguir, como hasta el presente, liderando y marcando los tiempos del principio del fin del terrorismo".
BATASUNA
Pastor también se refirió al líder de Batasuna, Arnaldo Otegi, a quien recomendó que "no se alborote y se tome las cosas con calma paciencia y prudencia". A su juicio, el dirigente abertzale es "perfectamente consciente" de que el Estado de Derecho "no va a pagar peaje político alguno por la paz".
Además, indicó que también sabe que para poder ser un "partido legal" deben respetar la ley las reglas de juego que "impone la legalidad democrática".
Por otro lado, manifestó que, tras el alto el fuego de ETA, se está viviendo "mucha ansiedad y demasiado malhumor" por parte de quienes "han quedado descolocados políticamente" por el anuncio. "Por parte de una derecha que sigue sin recuperar la decencia y basa toda su acción política en la mentira y la difamación. Y por parte del sector más asilvestrado del nacionalismo, que añora la época del enfrentamiento electoralista entre bloques", añadió.
Pastor indicó que "ambos sectores se necesitan" porque coinciden en una "misma dinámica de radicalismo, de ausencia de diálogo y de confrontación pura y dura". En este sentido, aseguró que "no es de extrañar" que el presidente del GBB del PNV, Joseba Egibar, y el líder del PP, Mariano Rajoy, hayan "coincidido en el rechazo frontal de alguien tan unánimemente respetado como el nuevo ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba".
Asimismo, criticó "ciertas salidas de tono de otros dirigentes del PNV" por acusarles de hacer una "pinza" junto con Batasuna para desalojar a la formación jeltzale del Gobierno vasco. A su juicio, estas manifestaciones "no tienen otro fundamento que el de tapar sus más que evidentes contradicciones internas".
"No parece demasiado ético que el Partido Socialista tenga que ser el pagano de los desacuerdos del PNV. Ni es tampoco original hacer frente frente a los problemas internos de un partido con el recurso de atacar al que se considera enemigo externo", señaló.
Además, aseguró que la única "pinza vergonzosa" que existió y que "sufrió" el PSE-EE es cuando el PNV acordó el Pacto de Lizarra con el "nacionalismo más radical y antidemocrático para anular y excluir políticamente a nuestro partido".
"Afortunadamente, han pasado ya los tiempos de Lizarra y del Plan Ibarretxe, que fue su consecuencia última. Y han pasado para no volver, por mucho que algunos nacionalistas añorantes quieran reeditarlos ahora poniendo como excusa el proceso de paz", concluyó.
