PSOE dice que las luchas "fraticidas" en el PP muestran que la familia popular no sigue "el modelo que preconiza Rouco"

Actualizado: jueves, 22 enero 2009 19:59

Dice que la "lucha interna en esta 'finca de Ambiciones' sólo estaba produciendo el colapso político y la falta de iniciativas" en Madrid

MADRID, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -

El secretario de Comunicación y Estrategia del Partido Socialista de Madrid (PSM), Eduardo Sotillos, afirmó hoy que las luchas "fraticidas" en el seno del PP muestran que la familia popular "no sigue el modelo" que preconiza el cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela.

En un artículo de opinión en la web de la Fundación Sistema, Sotillos critica la labor del Ejecutivo presidido por Esperanza Aguirre y se refiere a la presunta trama de espionaje que supuestamente lidera el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, respecto a la que destaca que "ha servido para poner el foco de la sospecha fundada sobre la lucha fratricida, a no se sabe cuántas bandas, en la 'familia popular', que no debe ser del modelo que preconiza Rouco".

En esta línea, Sotillos dice que "no hace falta caer en el oportunismo político, ni admitir la tesis del 'cuanto peor, mejor', tan cara para el PP". "Seis millones de madrileños no merecen que la oposición se limite a frotarse las manos, complacida por el triste espectáculo que ofrecen los que nos gobiernan", asegura y añade que los madrileños "deben saber que hay otra manera de hacer política, una alternativa seria, cuyas ideas terminarán por abrirse paso a pesar de algunos lamentables esfuerzos por desvirtuarlas".

"Hoy las cosas están mucho más claras y, desde luego una: el Partido Popular de Madrid es una amenaza pública y un problema para los madrileños. Lo es también para Rajoy, pero ese es 'su' problema", asevera.

En el escrito, Sotillos critica la gestión del Ejecutivo de Aguirre y señala que "durante demasiado tiempo, a pesar de la evidencia de que la lucha interna en esta 'finca de Ambiciones' sólo estaba produciendo el colapso político y la falta de iniciativas y programas más urgentes que nunca en estos momentos de crisis, parecía imposible que a la opinión pública le llegara el mensaje, tan sencillo como cierto, de que seis millones de madrileños eran víctimas de las querellas personales entre (la presidenta regional), Esperanza Aguirre, y (el alcalde de la capital), Alberto Ruiz Gallardón, y ambos con la mirada puesta en una única calle de Madrid, Génova".

Tras decir que el PSM ha denunciado "la gravedad de la situación de la Comunidad de Madrid" de una manera que "algunos calificaron de machacona y otros de discurso monotemático que pretendía ocultar escasez de ideas", Sotillos expone que después del 'Plan E' del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la inyección económica a los ayuntamientos a la que siguió la celebración de dos conferencias de alcaldes socialistas de Madrid para decidir el destino de esos fondos, "a la presidenta de la Comunidad no se le ha vuelto a ocurrir mencionar su falacia de 'Zapatero asfixia Madrid' sencillamente, porque las únicas obras en marcha van a llevar el sello del Gobierno socialista".

CAJA MADRID

"Liquidado ese eslogan, la verdad empieza a abrirse paso. Y la realidad es demasiado dura como para que no se perciba", afirma el responsable de comunicación del PSM, que también hace una referencia en su artículo a la situación actual de Caja Madrid en la que los miembros de la Comisión de Control se debaten entre apoyar una reelección de Miguel Blesa al frente de la entidad financiera o por acogerse a la nueva ley aprobada en diciembre en el Parlamento regional, donde Aguirre tiene mayoría absoluta.

En esta línea, asegura que "la batalla por el control de Caja Madrid ha sido una muestra de grave irresponsabilidad que se ha intentado convertir en pelea de salón entre personajes de segundo nivel, irrelevantes para inmensa mayoría de los ciudadanos, preocupados exclusivamente porque la que es la cuarta institución financiera de España funcione eficazmente, con todas las pilas puestas, concediendo créditos o salvando la vida de las empresas".

"Los socialistas madrileños han estado apostando siempre por la estabilidad en Caja Madrid, por el respeto a la Ley, por oponerse a cualquier tentación privatizadora y por ganar las elecciones para hacer una nueva Ley -ni la de Esperanza ni la de Gallardón- que responda a las necesidades de Madrid y del conjunto de la economía española", explica Sotillos respaldando las tesis del secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, que aconsejó a los representantes socialistas en la Caja votar para mantener el "status quo".

Por último, Sotillos indica que se trata de "un largo y a veces incomprendido proceso de trabajo, que ha culminado en un principio de acuerdo, por el momento una tregua ante el disparate".