MADRID, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Ponencia conjunta del Congreso y del Parlamento catalán encargada de emitir un informe sobre el Estatut terminó hoy de estudiar el Título IV, referido al reparto competencial entre las administraciones, y el PSOE no consiguió apoyos entre las formaciones catalanas para modificar la redacción siete competencias de la Generalitat entre las que figuran las de puertos y aeropuertos, selecciones deportivas, educación y paradores de turismo, asuntos que habrán de resolverse el miércoles, o ya en marzo en la Comisión Constitucional.
Ayer los 22 diputados (once de cada Cámara) repasaron la tipología de las competencias exclusivas, compartidas y ejecutivas, donde el PSOE y las cuatro formaciones catalanas que apoyaron el Estatut ya habían avanzado mucho en sus reuniones multilaterales de enero. El PP, que ayer participó en ese debate, volvió a oponerse asegurando que la definición de competencias es una "maraña de ambigüedades" que supondrá un "semillero de conflictos" y un foco de "litigiosidad" en el futuro.
Eso sí, al abordar hoy competencias concretas, se pusieron en evidencia los desacuerdos que el PSOE mantiene con las formaciones catalanas en siete preceptos, donde se habla de temas como selecciones deportivas, la gestión de las infraestructuras, los paradores de turismo, la educación, el juego, notariado y determinadas prestaciones de ocupación.
Así, sobre puertos y aeropuertos el PSOE prefiere que el traspaso se haga mediante una ley sin recurrir al 150.2 de la Constitución y mantuvo su exigencia de que el Estado sea mayoritario en el consorcio para gestionar el aeropuerto de Barcelona, dada su "extraordinaria importancia". CiU ve retroceso en esta alternativa pues daba por hecho que el transferencia sería por la vía del 150.2 de la Constitución, con mayoría de la Generalitat, mientras que ERC considera claramente insuficiente la propuesta del PSOE y se queja de que el resto de aeropuertos catalanes son los deficitarios.
En cuanto a las selecciones deportivas, los socialistas abogaron por suprimir el adjetivo de "nacionales", impedir que participen en competiciones "oficiales" y aclarar que su estatus se supedita a la legislación estatal y olímpica. Para ERC estos cambios supondrían dar la vuelta al artículo aprobado por el Parlament.
ERC ACONSEJA "PONER EL CONTADOR A CERO"
El portavoz de ERC en el Parlament, Joan Ridao, cree que estas diferencias, junto con el "éxito" de la manifestación del hace una semana en Barcelona, "neutralizan la foto" del acuerdo que en su día alcanzaron José Luis Rodríguez Zapatero y Artur Mas, por lo que aconsejó "poner el contador a cero" y recomponer la unidad de las formaciones catalanas.
El presidente de CiU, Artur Mas, quiso dejar claro que "no habrá fumata blanca hasta que todo no esté cerrado", si bien admitió que todas las partes habrán de ceder. Según dijo, los nacionalistas no buscan "el todo o nada" que a su juicio pretenden PP y ERC, ya que "pidiéndolo todo, no se tiene nada".
En todos estos estos debates sobre competencias concretas, el PP defendió sus enmiendas contrarias y no apoyó las alternativas del PSOE. Según Federico Trillo, "no es serio" que los socialistas y las formaciones catalanas sigan teniendo diferencias en puntos clave, pese a que se había dado por hecho el acuerdo. "O bien se engañó a los ciudadanos diciendo que había un acuerdo, o bien el PSOE está dispuesto a determinadas concesiones que van más allá de lo que en principio pensaban hacer", remachó Josep Piqué.
PP: DESMONTAJE DEL ESTADO
Respecto a lo aprobado, el PP considera que se ha traspasado a la Generalitat "la práctica totalidad" de las competencias que el Estado tiene en Cataluña y que se ha consagrado la negociación bilateral con la Generalitat en unas 25 competencias del Estado, según explicó Soraya Sáenz de Santamaría, secretaria de Política Autonómica del PP. "Es un gigantesco salto adelante en el autogobierno de la comunidad y muchos pasos atrás para el Estado, al que se ha desmontado buena parte de su andamiaje", se lamentó.
Por parte de CiU, su presidente, Artur Mas, destacó que los más de cincuenta artículos pactados suponen "construir de golpe varias plantas del autogobierno de Cataluña", que tendrá "mucha mayor capacidad de decisión propia". Eso sí, cree que el PP exagera la situación "de manera partidista" y, aunque admite que "hay un proceso de sustitución" del Gobierno central por la Generalitat, recordó que ésta también es Estado. Josep Antoni Duran i Lleida, secretario general, mostró igualmente su "sorpresa" por el diagnóstico del PP, recalcando que "aquí no hay ningún desmontaje milimétrico del Estado ni esas cosas gravísimas que anuncian".
