MADRID, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
La víspera de la reunión entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente del PP, Mariano Rajoy, ha servido para que socialistas y populares demuestren su buena voluntad, pero también para cruzarse mensajes. "Nadie tiene derecho a crear división", dijo el secretario de Organización del PSOE, José Blanco. El secretario de Comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, dijo que Rajoy afronta la reunión con "espíritu constructivo y prudencia", y con los mismos mensajes que lleva repitiendo desde que ETA decretó la tregua. El líder popular ha preparado a conciencia su visita a La Moncloa, con cuatro reuniones con dirigentes de su partido.
Desde Ferraz y Génova, tras las respectivas reuniones de las dirección de PSOE y PP, se lanzaron mensajes conciliadores, de confianza y buena voluntad ante el encuentro entre Zapatero y Rajoy.
Los socialistas alabaron la "buena disposición" que están escuchando desde las filas populares, y éstos, de momento, se muestran satisfechos con el mensaje del Gobierno de que "no hay nada que hablar" con ETA hasta que no se disuelva y eluden hacer valoraciones previas de lo que pueda suceder si no hay acuerdo en la reunión.
Pero ambas partes sientan de antemano sus posiciones. José Blanco afirmó con rotundidad que "nadie tiene derecho a poner en peligro" la unidad de los demócratas contra el terrorismo ni tampoco "a crear división en un momento como éste" y avisó de que momentos como éste son los que "miden la talla de los dirigentes políticos". La alusión del número dos socialista, sin llegar a nombrar al PP o a Rajoy, quedó atenuada cuando Blanco afirmó que la reunión entre Zapatero y Rajoy no tendrá "ninguna reserva" y marcó como prioridad "compartir información" para que los dos grandes partidos "trabajen en la misma dirección, compartan los mismos objetivos, haya una acción coordinada para acabar de una vez por todas con el terrorismo".
Gabriel Elorriaga, secretario popular de Comunicación, aseguró tras la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP, que la posición del partido es "exactamente la misma" que explicó Rajoy el mismo día que ETA decretó la tregua. Esto es, respeto al Pacto Antiterrorista y a sus principios de no dar a la banda terrorista contraprestaciones políticas, garantizar el funcionamiento del Estado de Derecho y dar a las víctimas el reconocimiento que merecen.
"CONTRIBUCIÓN SIN RESERVAS"
"No hay absolutamente nada de que hablar políticamente con los terroristas y sus representantes", dijo Elorriaga, quien recordó que esa posición no variará mientras ETA no anuncie su voluntad de disolverse y de abandonar definitivamente el terrorismo. Si todo esto se cumple, los populares "van a contribuir sin reservas".
"El PP está a la espera de conocer las explicaciones que el presidente del Gobierno le va a ofrecer a Rajoy", dijo Elorriaga, y hasta que no las escuche no está dispuesto a "anticipar escenarios que no se han producido. Eso incluye no hablar de cambios en la política penitenciaria, de la posible legalización de Batasuna, de la relación futura en materia antiterrorista entre PSOE y PP e incluso del futuro del Pacto. Para los populares, este texto "sigue vigente" y "lo sustantivo" del mismo es lo que quieren que Zapatero garantice en su reunión con Rajoy.
Ni populares ni socialistas parecen dispuestos a hablar abiertamente de la revitalización de este acuerdo. Elorriaga aseguró que es más importante que se cumplan sus principios porque "la formalidad del modelo de seguimiento no es lo más trascendental".
Blanco, por su parte, recordó que "el Pacto Antiterrorista no es nada más ni nada menos que la voluntad expresa de dos formaciones políticas de trabajar en la misma dirección". "Llámelo como quiera a eso, pero en todo caso es la unidad de los demócratas para acabar de una vez por todas con el terrorismo en nuestro país", sentenció.
CONTACTOS CON BATASUNA
Sí hay una cuestión de la que el PP quiere explicaciones muy concretas de Zapatero, y es conocer si, con el Pacto Antiterrorista a pleno funcionamiento, se produjeron reuniones entre socialistas y miembros de Batasuna. "La opinión pública merece explicaciones con independencia de lo que pueda pensar el PP", dijo Elorriaga. Esto, añadió, "no es una exigencia específica". "Pero sí vamos a exigir una explicación de cuál es la situación", añadió el portavoz popular.
Blanco tampoco quiso anticipar la posición de su partido ante varias de las cuestiones que le plantearon los periodistas. "Es un tiempo de espera", dijo, y no "de hacer cábalas, si debe haber una reunión de mesas, quién debe de estar en las mesas, si debe haber acertamiento de presos, cuándo se debe de hacer". "No estamos en ese tiempo", ni tampoco en el "de los reproches", sino que es "el tiempo de la unidad", un mensaje que iba dirigido no sólo al PP, sino también a las críticas del presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Francisco José Alcaraz.
Zapatero no ha estado presente en la reunión de la dirección socialista, todo lo contrario que Rajoy, que ha preparado a conciencia su visita a La Moncloa con cuatro encuentros de altura.
Primero, su habitual reunión de maitines, después recibió a la dirección del PP vasco (partido que emitió un comunicado en el que mostró su apuesta por "la unión de los partidos democráticos" para lograr el fin de ETA sin cesiones políticas), luego la reunión del Comité Ejecutivo y finalmente una comida con los barones de su partido.
