Rajoy apoya con críticas la misión en Líbano y avisa que los españoles van a "jugarse la vida" y no a poner "tiritas"

Actualizado: jueves, 7 septiembre 2006 21:03


MADRID, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -

El presidente del PP, Mariano Rajoy, confirmó hoy que apoya el envío de un contingente español para formar parte de la fuerza de interposición de ONU en el Líbano, aunque avisó que lo hará de forma "crítica y vigilante" y exigiendo información sobre una operación "militar" y no "de paz", pese al empeño "pueril" de los socialistas de transmitir que el Ejército español ha nacido para poner "tiritas" y "repartir esparadrapo y leche en polvo". "Nuestros militares merecen más respeto. Se juegan la vida", sentenció.

Rajoy intentó dejar claro que el envío de efectivos españoles al Líbano no es "un paseo idílico", y que tiene como objetivo tratar de prolongar un 'alto el fuego' a través de una misión de carácter militar, como ya sucedió en "Bosnia, Kosovo, Afganistán o Irak".

Rajoy se pronunció así durante su intervención en el Pleno referido a la operación en el Líbano que se celebró esta tarde en el Congreso, una intervención que comenzó criticando que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, haya optado por "esconderse" tras su ministro de Defensa sin haber explicado personalmente los detalles de un asunto que "le quema en las manos".

A continuación, agradeció al titular de Defensa, José Antonio Alonso, que hubiera dejado constancia ante el hemiciclo de datos de la misión que, según dijo, ya se conocían, pero matizó que sigue sin conocerse en qué consiste realmente esta operación; cuál será la responsabilidad concreta de los soldados españoles; a qué riesgos estarán sometidos; cuánto costará la operación o qué número total de efectivos estarán involucrados en la misma, incluyendo la dotación para barcos.

Rajoy quiso aprovechar la ocasión para criticar también el hecho de que se haya convocado un Pleno específico en el Congreso para buscar un supuesto respaldo de los grupos parlamentarios a dicha misión cuando, bajo su punto de vista, "ya está todo decidido; comprometido y en marcha". No obstante, afirmó que eso no sería criticable si el Gobierno fuera "normal" y no tuviera al frente a un presidente que, "en un arranque melodramático", asegurase que de España no saldría ni un soldado sin apoyo de la Cámara y, además, lo plasmase en la Ley de Defensa Nacional.

Con esos argumentos, acusó a Rodríguez Zapatero de haberse "saltado" su palabra y la Ley por atenerse únicamente a "declaraciones engoladas" a sabiendas de que "no las va a cumplir", con el único fin de que "el espectáculo no decaiga".

EL PP QUIERE UNA RESOLUCIÓN CON ÓRDENES "CLARAS"

En ese momento del discurso pasó preguntarse en voz alta si alguien "en su sano juicio" puede afirmar que las tropas de las ONU sirvieron para lograr la paz cuando, hace ya 38 años, llegaron al Líbano, o que la ampliación de las mismas que se va a producir de forma inminente conseguirá por fin ese objetivo. "Supongo que no. Ni llegó la paz cuando desembarcaron las primeras tropas de Naciones Unidas ni las tropas de ONU ni se espera que lo logren las tropas de la ampliación", enfatizó.

"¿Hay alguien con la cabeza sobre los hombros que después de las 300 bajas que han sufrido las fuerzas de la ONU en el Líbano pueda pensar que nuestros soldados, en aquel campo sembrado de minas, de bombas de racimo y de fanáticos con lanzacohetes, va un poco menos que a una excursión campestre? --prosiguió--. Si lo hay, el señor Rodríguez Zapatero".

Reprochó por ello al jefe del Ejecutivo que hable de soldados para "la paz" y de operaciones "idílicas" en sus mítines, pese a que los efectivos españoles tendrán que ir armados y "a jugarse la vida". Demandó a los socialistas que no "engañen" más a la sociedad y avisó de que la resolución 1.701 que ampara esta misión no conlleva "órdenes claras", por lo que defendió la aprobación de una resolución complementaria.

A este respecto, incidió en que a su entender aún no se conoce, entre otras cosas, cuál es la fórmula elegida para garantizar el alto el fuego en Líbano; cómo se han de impedir los actos hostiles; si se ha de desarmar o no a Hezbolá; si debe proceder al embargo de armas; si deben intervenir ante una posible agresión o limitarse a la observación o si deben tratar de impedir que entre armamento desde la frontera con Siria. Tras alertar sobre esta hipotética "falta de reglas", recalcó que el PP estará atento y pedirá al Gobierno que se busque el desarme de Hezbolá por creerlo "capital".

POSICIÓN PP: COMO EN AFGANISTÁN O IRAK

Rajoy pasó a quejarse por la falta de información que tienen sobre la misión en el Líbano y recordó que existe la Comisión de Secretos Oficiales o la "comunicación personal" para los casos en que haya datos que no deban hacerse públicos en una sesión parlamentaria.

Sin embargo, confirmó que la operación "militar" contará con el apoyo de los 'populares' más allá de "triunfalismo pacifista" del presidente Zapatero, al considerar que hay una guerra crónica en Oriente Medio que podría "empeorar" y extenderse con "consecuencias gravísimas". Admitió compartir que, como pide la ONU, España debe formar parte de la fuerza de interposición en la zona de conflicto y matizó que con lo que no está de acuerdo es con "los melindres, la demagogia o el ocultar riesgos".

Asimismo, explicó que su respaldo responde a que el PP no puede permanecer indiferente ante la situación del Líbano o la acción de Hezbolá y enfatizó que ahora no se harán "los sordos", como tampoco lo hicieron, dijo, en Afganistán o Irak. Finalmente, adujo que la posición de su partido sí es congruente y respeta la defensa de los derechos humanos, la lucha contra el terrorismo y la lealtad con los socios fundamentales de España, "que es un valor principal".