Rajoy pide "apoyo incondicional" para Feijoo

Actualizado: domingo, 15 enero 2006 18:23


SANTIAGO DE COMPOSTELA, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -

El presidente del PP, Mariano Rajoy, reclamó hoy a los militantes del partido en Galicia que "apoyen incondicionalmente" al nuevo líder, Alberto Núñez Feijoo, tras haberlo elegido, con una holgada mayoría del 96 por ciento de los compromisarios, como el sucesor de Manuel Fraga y candidato a las próximas autonómicas.

En su intervención en la clausura del XIII Congreso del PPdeG, celebrado este fin de semana en Santiago, Rajoy demandó el respaldo de toda la formación --"aunque no hace falta que lo pida", matizó--, para garantizar el liderazgo de Núñez Feijoo, de quien se mostró convencido de que "lo hará muy bien". "Hay que apoyarlo porque lo habéis elegido", reiteró a la militancia.

El presidente del PP destacó la combinación de "juventud y experiencia" que aúna el nuevo responsable popular y aseguró que en Génova "todos confían en él" y que, por lo que a él respecta, tiene su "apoyo incondicional". Con este relevo, Feijoo pasará a representar al PPdeG en la Ejecutiva nacional y la vacante del puesto que tenía en la cúpula popular desde el congreso de octubre de 2004 será ocupada por la alcaldesa de Vigo, Corina Porro, quien a su vez cederá su escaño en el Senado a Manuel Fraga.

A mayores, Rajoy destacó el "sentido común y la inteligencia política" mostrada por el partido para afrontar el relevo de Manuel Fraga, al punto de retar "a ver quién discute esto". Por ello, consideró que, tanto el congreso como el proceso previo, representan "el mejor mensaje" que el partido puede transmitir a la sociedad: el de que el PPdeG es un "partido en el que se puede confiar".

Además, añadió que el cónclave gallego muestra que también se puede confiar en el partido a nivel nacional. "Y en su presidente, que soy yo", abundó, al tiempo que aprovechó para "agradecer" a la formación "por lo bien que se han hecho las cosas".

"Estoy profundamente orgulloso, estoy que me salgo tras lo que pasó en Galicia", declaró, ya que este congreso "no era normal". Así, recordó que la cita estaba marcado por "un hecho crucial: que Manuel Fraga, tras 16 años, ha decidido dar el paso a otra persona", después de cinco victorias consecutivas en las elecciones autonómicas, cuatro de ellas con mayoría absoluta.

El dirigente popular aprovechó su intervención para reivindicar la "dignidad de Fraga al dejar el Gobierno" y para poner en valor la "democracia interna y el sentido común" que confirió a todo el proceso de su sucesión.

Por todo ello, dijo "no tener palabras para decir lo que significará" y aseguró que seguirá contando con el consejo del presidente fundador. "Aquí todos pensamos que este es tu partido y que los triunfos del partido son tuyos", aseguró al veterano líder del partido, al tiempo que se comprometió a "trabajar más que nunca para que --Fraga-- pueda disfrutar de ellos".

COPIAR EL EJEMPLO CATALÁN

Por otra parte, Rajoy aprovechó para referirse a la situación política de Galicia y lamentó que el bipartito pretenda "copiar el mal ejemplo catalán y del Gobierno de Zapatero" de ocuparse "de lo que a nadie le importa", en lugar de "atender a los problemas de la gente".

Según él, "aquí sólo se habla de los derechos nacionales, de los suevos, de los bárbaros y de los alanos", un debate "ridículo", cuando en Galicia hay "historia e inteligencia suficiente como para tener ideas propias y no tener que copiar lo que los demás hacen, y además, hacen mal".

Asimismo, se mostró "preocupado" por la posición de la Xunta en el debate catalán y dijo desconocer "qué es peor, si el estatuto de los suevos o apoyar al Estatuto catalán". Así, se preguntó "cómo se puede explicar la defensa de los intereses de Galicia apoyando cosas que son malas para Galicia, para España y para Cataluña", como es la propuesta de financiación propugnada por la Generalitat.

Según él, el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, "antepone los intereses partidarios y prima las patrias y los dogmatismos ideológicos sobre las personas". "Y aquí gobernamos para las personas", abundó el dirigente popular, quien aseguró que su partido, "como muchos votantes de izquierdas, quiere que haya ciudadanos libres e iguales".

Por ello, admitió que se puede reformar el Estatuto gallego, pero matizó que "ningún problema urgente" de la comunidad "depende de la reforma estatutaria". "Eso lo sabemos todos, los que estamos aquí y los que están fuera", añadió.

PRIORIDAD CAPITAL

Por ello, advirtió a Galicia que no debe "caer en el error de Cataluña", donde "han abdicado de gobernar", e insistió en que "hay otras necesidades importantes" más allá del autogobierno, como el Plan Galicia, al que definió como la "prioridad capital" de la comunidad. A su juicio, Zapatero "prefiere apoyar antes un estatuto y dejar las obras con un retraso indefinido". "No digo que no se vayan a hacer, porque las haré yo, pero si dependiera de los socialistas, nunca se acabarían", denunció.

Mariano Rajoy consideró "una vergüenza" el estado de ejecución de las obras comprometidas en el acuerdo del Consejo de Ministros celebrado en enero de 2003 en A Coruña y calificó su conclusión como "una de las grandes abdicaciones de Zapatero", a quien recordó que no es necesario "discutir sobre los cócteles de nación o los suevos", sino preocuparse de "los problemas reales de la gente y de lo que pasa en España".

Por último, lamentó que el presidente del Gobierno haya puesto "en tela de juicio" cuestiones como la soberanía nacional, la igualdad de los españoles o la cohesión social y que "dé la impresión de que nadie, ni el PP, ni el Consejo General del Poder Judicial, ni los empresarios, ni los sindicatos, puedan opinar, frente a cuatro que dicen que van a arreglar un problema que han creado ellos", declaró en alusión a las negociaciones sobre el Estatut.