MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PP, Mariano Rajoy, tiene previsto presentar oficialmente su propuesta de reforma constitucional el primer fin de semana de diciembre en el seno de la Conferencia del partido sobre Modelo de Estado, según confirmaron a Europa Press fuentes 'populares'.
Sin embargo, el PP no descarta tener que hacer público antes su proyecto, puesto que la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró hace unos días que el jefe del Ejecutivo le había encargado personalmente que sondeara a los portavoces de los grupos parlamentarios para evaluar, antes de fin de año, las posibilidades de sacar adelante en esta legislatura la reforma de la Carta Magna recogida en el programa electoral socialista.
La reforma gubernamental pasa por la inclusión de los nombres de las comunidades autónomas en la Constitución; la mención específica de la participación de España en la construcción política europea, la reforma del Senado y de la sucesión a La Corona.
Este último punto ha vuelto a la actualidad y a ser objeto de debate público recientemente, a raíz del anuncio del nuevo embarazo de la Princesa de Asturias: Tanto socialistas como 'populares' han reiterado su voluntad de modificar la Carta Magna para eliminar la preferencia del varón sobre la fémina a la hora de heredar la Corona de España.
No obstante, la reforma del artículo que concierne a este asunto, el 57 de la Constitución, tendría carácter agravado, esto es, necesitaría la aprobación de dos tercios de cada una de las Cámaras y conllevaría la disolución inmediata de las Cortes. A continuación, las nuevas Cámaras elegidas tendrían que ratificar la decisión y proceder al estudio del nuevo texto constitucional que, de nuevo, debería ser aprobado por dos tercios de diputados y senadores. Después, debería ser sometida a referéndum.
Y ese carácter agravado es el que hace que los dirigentes políticos tengan dudas sobre la fecha más conveniente para realizar esa modificación que concierne a la monarquía, además de sobre las lecturas que podrían hacerse del resultado de una consulta popular que atañe a La Corona.
ENVÍO 'ESPONTÁNEO' DE PROPUESTAS
Según explicaron a Europa Press fuentes parlamentarias, hay algunos catedráticos y expertos en derecho han hecho llegar a los partidos políticos propuestas de reforma que tratan de evitar un referéndum que podría ser polémico: Una de ellas pasa por utilizar la vía del artículo 57.5, que dice que "las abdicaciones y renuncia y cualquier duda de hecho o de derecho que ocurra en el orden de sucesión a La Corona se resolverán por una Ley Orgánica".
Según los defensores de esta alternativa, una simple Ley Orgánica podría resolver la posible "duda de hecho o derecho" derivada de que el artículo 57.1 establezca prevalencia del hombre sobre la mujer para heredar La Corona, pese a que el 14 apunta que no puede haber discriminación por razones de sexo.
Otra de las sugerencias que se ha hecho a las formaciones políticas es reformar por vía ordinaria el propio artículo 168 de la Constitución, que es el que establece que cualquier modificación que afecte a La Corona ha de conllevar referéndum.
Los 'populares' aseveran que han trabajado en su propia opción, más cercana, "aunque también algo más profunda", a la fórmula propuesta por el Consejo de Estado, que se basa en modificar el 57.1 para que quede de la siguiente forma: "La Corona de España es hereditaria de los sucesores de S.M. Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica. La sucesión en el trono corresponde a su hijo, el Príncipe heredero Don Felipe de Borbón, y después seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; y en el mismo grado, la persona de más edad a la de menos".
En cuanto a las fechas, el presidente del PP, Mariano Rajoy, ya ha dicho públicamente que considera que la reforma sobre La Corona no debería hacerse en esta legislatura por la proximidad de las próximas generales --en principio, previstas para 2008--, aunque también ha puntualizado que está abierto a sugerencias del Ejecutivo.
De su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, subrayó en su discurso en el último Debate del estado de la Nación, que el Consejo de Estado había encontrado "razones fundadas para abordar la reforma conjuntamente" (los cuatro puntos que él propone en un sólo bloque) y remarcó que, pasado el verano, el Ejecutivo se reuniría con las fuerzas políticas para explorar las posibilidades de alcanzar el consenso. "Solo si así fuese, el Gobierno daría pasos para iniciarlas", avisó.
Esa posibilidad de someter los cuatro puntos a un referéndum no convence a los 'populares', que minusvaloran las propuestas socialistas que no afectan a La Corona y, a la vez, advierten de que si se abre este debate pondrán sobre la mesa otras propuestas encaminadas a fijar el techo competencial del Estado.
LAS REFORMAS QUE QUIERE EL PP
Así, Rajoy dispone ya de una propuesta de reforma constitucional que le han preparado sus colaboradores más cercanos --y que presenta varias alternativas en distintas materias-- cuyo objetivo global es reforzar el peso del Estado y delimitar de una vez y con claridad sus funciones a través del blindaje del artículo 150 de la Constitución.
En este sentido, el principal partido de la oposición pretende aprovechar además la Conferencia que celebrará el primer fin de semana de diciembre para abrir un debate en la sociedad sobre las competencias que debe tener cada una de las Administraciones, especialmente cuando surgen crisis, incendios, hay vertidos o llegan avalanchas de inmigrantes, entre otras cosas.
Asimismo, los 'populares' pretenden presentar entonces una propuesta concreta para que quede reflejado en la Constitución la necesidad de una mayoría de dos tercios en las Cortes para aprobar cualquier reforma estatutaria, además de recuperar el recurso previo de inconstitucionalidad. También quieren plantear la derogación de la disposición constitucional que abre la posibilidad de que Navarra se incorpore algún día a Euskadi.
