MADRID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Rey Don Juan Carlos trasladó hoy al primer ministro luxemburgués, Jean Claude Juncker, el deseo de España de equilibrar la balanza comercial entre ambos países, ya que actualmente es deficitaria para España.
"Nuestras relaciones económicas y comerciales son enormemente fluidas y en constante crecimiento, aunque la balanza comercial hispano-luxemburguesa presenta un cierto déficit para España que sería deseable equilibrar", señaló el monarca durante el almuerzo ofrecido por el Gobierno del Gran Ducado en honor a Don Juan Carlos y Doña Sofía, que iniciaron ayer una visita de Estado a este pequeño país.
El jefe del Estado español esperó que en el seminario económico y financiero hispano luxemburgués que mañana inaugurarán el Rey y el Gran Duque de Luxemburgo "se puedan explorar y abrir nuevas vías para estrechar" los "lazos económicos" entre ambos países.
Por otra parte, Don Juan Carlos expresó su "satisfacción por la sintonía entre Luxemburgo y España en la Unión Europea y en la política internacional, partiendo de una común apuesta por la integración europea y de un coincidente compromiso con la paz, la libertad, los derechos humanos y la solidaridad internacional".
Aseguró que España "valora y admira la firme vocación europea de Luxemburgo, que figura entre los países fundadores de las Comunidades Europeas y se distingue por su aportación constante y constructiva en el seno de la Unión". "Por todo ello --agregó-- el Gran Ducado ha sido y es una referencia constante para España".
"Usted mismo --le dijo a Juncker-- representa una de las más sólidas trayectorias de contribución a la causa europea, especialmente con su impulso a la Unión Económica y Monetaria, así como con su respaldo a la cohesión social y en la lucha contra el desempleo".
Tras recordar que los Ejecutivos de ambos países "están estrechamente asociados en sus posiciones en torno al Tratado Constitucional", celebró que también en los foros europeos Luxemburgo y España "mantengan posiciones concordantes".
Entre otros, se refirió a "problemas tan actuales y diversos como el cambio climático, sobre el que se alcanzó un compromiso histórico en el último Consejo Europeo de Berlín, o en la inmigración, que debe ser objeto de atención en el ámbito europeo, mediante el desarrollo de una política migratoria coherente y solidaria".
