Los Reyes concluyen su visita a Galicia con la Entrega de Despachos a 84 nuevos oficiales en la Escuela Naval de Marín

Actualizado: domingo, 16 julio 2006 17:39

MARÍN (PONTEVEDRA), 16 Jul. (EUROPA PRESS) -

Sus Majestades Los Reyes de España concluyeron hoy su visita de tres días a Galicia en la Escuela Naval de Marín (Pontevedra), donde presidieron la Real Entrega de Despachos a los 84 nuevos oficiales de la Armada, en un acto que contó con la más alta representación militar y de las instituciones municipal, provincial y autonómica, así como con la presencia del ministro de Defensa, José Antonio Alonso.

En una mañana marcada por las altas temperaturas, que no impidieron una asistencia masiva, el tradicional evento que se celebra cada año coincidiendo con la festividad de la Virgen del Carmen sirvió también para la toma de juramento de 52 alumnos de primer curso, de los que tan sólo tres eran mujeres, una cantidad, con todo, sensiblemente superior a la única fémina que recibió el Real Despacho de los 84 nuevos oficiales, entre los cuales, además, había un tailandés.

La cita comenzó puntualmente a las 11.30 horas, con la llegada de Don Juan Carlos y Doña Sofía, acompañados por el titular de Defensa y por el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, quienes escoltaron a La Reina mientras el monarca, ataviado con el uniforme oficial de la Armada, pasó revista al batallón de alumnos.

Ya al principio del acto, el calor provocó los primeros incidentes, puesto que obligó a la retirada momentánea de uno de los nuevos oficiales, al igual que sucedió a lo largo de los 90 minutos siguientes con parte de los asistentes, como la propia conselleira de Pesca, Carmen Gallego --único representante de la Xunta junto con Touriño--, que tuvo que abandonar el palco de autoridades debido a un ligero desvanecimiento.

AUTORIDADES

Con todo, el evento se desarrolló con normalidad y, tras el saludo a las autoridades que recibieron a los monarcas, el alcalde de Marín, Antonio Santiago Fernández; el delegado del Gobierno, Manuel Ameijeiras; y la presidenta del Parlamento, Dolores Villarino; el obispo general castrense ofició la Misa, en mitad de la cual Doña Sofía se vio obligada a emplear uno de los dos abanicos que portaba en su bolso para defenderse de las elevadas temperaturas que se registraron en la localidad pontevedresa.

No obstante, el programa se desarrolló según lo previsto y, tras la ceremonia religiosa, los presentes entonaron la tradicional 'Salve Marinera', tras la que procedieron a homenajear a los fallecidos en el ejercicio militar, con el tema 'La muerte no es el final' de fondo, a cargo de la Banda de Música de la Escuela Naval Militar.

Para ello, cuatro miembros del cuerpo de la Armada ofrecieron una corona ante la cruz instalada para la ocasión tras el palco de autoridades y, posteriormente, dos marineros desplazaron los sillones en los que estaban sentados los monarcas hasta el centro de la tarima de personalidades que los acompañaron en el acto.

Este hecho dio lugar a una de las anécdotas de la jornada, cuando El Rey avisó disimuladamente a Doña Sofía con un toque en la muñeca para indicarle que lo acompañara hasta la nueva ubicación, al detectar que su esposa estaba centrada en el desfile que tenía lugar en la explanada de la Escuela Naval Militar.

Así, en ese momento, los 52 alumnos de primer curso se preparaban para expresar su promesa de fidelidad a la bandera de España, refrendando su juramento cuando fueron llamados uno a uno y con el posterior paso de a tres por debajo de la enseña nacional.

NÚMEROS UNO

A continuación se produjo uno de los momentos más importantes para cinco de los nuevos oficiales, puesto que Don Juan Carlos les condecoró como números uno de su promoción. De esta forma, Diego Mejías, Aitor Carlos Nieto, Francisco Ramón Sánchez Vidal, José Antonio Tórtola y Alejandro Sánchez Guerrero serán promovidos a sus inmediatos empleos, tras recibir la Cruz del Mérito Naval con Distintivo Blanco por haber obtenido las más altas calificaciones en su cuerpo y escala.

Tras ello, el quinteto, junto con el resto de sus compañeros, recibieron los Reales Despachos, para lo que fueron pasando en tandas de diez en diez, divididos en dos grupos y con el 'Coro de los peregrinos' como sintonía, para recibir de manos de autoridades civiles y militares los documentos que los acreditan como oficiales de la Armada, y en todo momento en presencia de Sus Majestades Los Reyes, quienes también asistieron al nombramiento de oficial de 64 militares de complemento, 12 de ellos mujeres.

Entre los que asumieron la tarea de entregar los despachos estaban el jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), Félix Sanz Roldán; el almirante jefe del Estado Mayor de la Armada, Sebastián Zaragoza; así como el ministro de Defensa, que fue el responsable de otorgárselo al oficial tailandés; la presidenta del Parlamento, el delegado del Gobierno o el titular de la Xunta.

Precisamente Emilio Pérez Touriño se encargó, por su parte, de otorgar un sable al Alférez de Navío de la Escala Superior de Oficiales número uno de su promoción, Diego Mejías, con quien intercambió unas palabras antes de que se produjese el desfile de los nuevos oficiales bajo la bandera y con la marcha de 'Las Corsarias' interpretada por la Banda de Música de la Escuela Naval Militar.

CONTINUAR CON EL APRENDIZAJE

A continuación se produjo la única intervención de la jornada, a cargo del comandante-director F.Javier Franco Suanzes, quien recomendó a los nuevos oficiales que "no caigan en la tentación" de, una vez finalizada una etapa de aprendizaje, "arrinconar el estudio", puesto que la "permanente revolución de los hábitos militares" y la influencia de las nuevas tecnologías exigirá "una sistemática actualización".

Además, advirtió de que, aunque la sociedad pondrá en sus manos "la más moderna Armada, el factor humano deberá ser la principal preocupación". "Y a él debéis dedicar la mayor parte de los desvelos", aseguró a los nuevos oficiales, a quienes también indicó que mantengan un "conocimiento directo de cada subordinado".

Por último, el acto concluyó con el himno de la Armada entonado por los presentes y el desfile de la Fuerza, que puso fin a la agenda institucional de tres días de los monarcas españoles en Galicia, que les permitió estar en A Coruña, Ferrol, Ribeira (A Coruña), Santa Cruz de Arrabaldo y Leiro (Ourense), Pontevedra y Marín.