Asegura que seguirá defendiendo la unidad de los partidos catalanistas en el Congreso
BARCELONA, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
El candidato de ERC a las elecciones generales, Joan Ridao, no camufló su decepción hoy tras el resultado que da a los republicanos tres escaños en el Congreso, cinco menos de los que consiguió el presidente del partido, Josep Lluís Carod-Rovira, en 2004.
En un intento de aportar optimismo a la gravedad de la situación para ERC, dijo: "Los tres mosqueteros también eran tres y, por tanto, los tres diputados de ERC pueden hacer muy buen trabajo estos cuatro años".
En una comparecencia arropado por la cúpula en pleno de los republicanos, Ridao opinó que, tras una "campaña muy difÍcil" en la que se ha enfrentado a la bipolarización, el "miedo al PP" y la "sensación de desánimo" de la ciudadanía por la "falta de horizonte ilusionador" y el recorte del Estatut, el recuento demuestra que "no es un buen resultado".
Ridao dijo, sin embargo, que ERC está hecha de gente "optimista, positiva, que mira al futuro", y recordó que, en las épocas en que ERC tuvo un solo diputado en el Congreso, "no fue impedmiento para hacer una gran tarea".
Aunque el líder republicano, Josep Lluís Carod-Rovira, cargó hoy a los socialistas la "responsabilidad exclusiva" de la negociación del sistema de financiación, el candidato aseguró que ERC mantendrá su apuesta por la unidad de los partidos catalanistas en el Congreso para negociar el modelo de financiación, el depliegue del Estatut y la mejora de las infraestructuras.
Aseguró, además, que lo hará "con coherencia, haciendo y diciendo lo mismo en Barcelona que en Madrid". "No cambiaremos la dignidad por ningún cargo", dijo.
Joan Ridao constató que "hay mucha gente que se ha quedado en casa" para mostrar su rechazo a la actual situación política, pero interpretó que esa gente "sabe" que ERC es quien mejor puede defernder sus intereses ante el "maltrato" del Gobierno central.
En el Hotel Catalonia Ramblas, donde ERC celebró su noche electoral, no se concentraron más de 50 militantes que, con actitud seria, iba siguiendo el avance del escrutinio.
En una sala del hotel había más de 170 periodistas, cámaras y técnicos acreditados, y en otra, la dirección del partido, que empezó a analizar la magnitud de la derrota.
Sólo la portavoz del partido, Marina Llansana, y el vicesecretario general, Xavier Vendrell, comparecieron después de las 20 horas para valorar los primeros sondeos.
La dirección al completo, con la ausencia del secretario general, Joan Puigcercós -- que comentaba los resultados en TV3-- compareció después para hacer su lectura, sin permitir preguntas. Al acabar la comparecencia, se marcharon de la sede, sin conceder siquiera entrevistas a ningún medio de comunicación.
