MADRID, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
IKEA y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) han puesto en marcha la campaña 'El poder de la luz' para instalar lámparas solares en las tiendas de campaña y en las calles de los campos de refugiados de la organización internacional en Etiopía, Chad, Bangladesh y Jordania.
De este modo, pretenden combatir los "efectos devastadores" que, según han explicado, tiene la oscuridad en la calidad de vida de 3,4 millones de personas que residen en estos campamentos y a los que la campaña intentará llegar para hacerlos "más seguros y habitables".
Así, por cada bombilla LED que venda IKEA desde este lunes hasta el próximo 29 de marzo, Acnur recibirá de la fundación de la compañía sueca un euro para invertir en la compra de paneles y lámparas solares.
De este modo, mediante la instalación de iluminación solar en los refugiados, la empresa y la organización internacional intentarán facilitar tareas como cocinar, hacer los deberes, ir a por agua o leña e ir al baño que, según han indicado, después de ponerse el sol "se convierten en algo muy difícil en un campo de refugiados o incluso peligroso, especialmente para niñas y mujeres".
Además, han indicado que parte de los fondos de la campaña se destinarán a mejorar la educación primaria de los niños que viven en estos campamentos.
El director general de la Fundación IKEA, Per Heggenes, ha recordado que los niños sufren "de forma especial" las condiciones de vida en los campos de refugiados que, ya de por sí, "pueden ser muy duras".
"La falta de luz limita actividades diarias que consideramos normales como sentarse a comer en familia o hacer los deberes. Influye en la salud y la seguridad y en la capacidad de las familias para obtener ingresos", ha señalado, por lo que ha explicado que la campaña contribuirá a hacer un "mejor día a día para los niños refugiados y sus familias".
Por su parte, el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, António Gutierres, ha agradecido la colaboración de la compañía y ha recordado que con cada emergencia humanitaria "la ayuda del sector privado es más urgente y fundamental".
En este sentido, ha recordado también que casi 10,5 millones de personas viven en campos de refugiados en todo el mundo y que, solamente en 2013, "unos 2 millones de personas se convirtieron en refugiados, una cifra récord en veinte años".
