Espera poder convencer "a medio plazo" a la Generalitat de hay que votar es "un acuerdo que represente al 80 por ciento de los catalanes"
MADRID, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afeado este viernes al presidente del PP, Pablo Casado, sus "declaraciones extremistas" sobre Cataluña, y le ha hecho una "petición expresa" de apoyo para tratar de encontrar una "solución política" a una crisis "a la que el PP no ha sido ajeno".
En rueda de prensa para hacer balance de sus dos meses de mandato y un día después de que recibir a Pablo Casado en la Moncloa, Sánchez ha agradecido que éste le haya brindado por adelantado el apoyo del PP si el Gobierno decide aplicar de nuevo el artículo 155 de la Constitución a Cataluña, pero Sánchez ha replicado que su Gobierno está en la tarea de recuperar la normalidad con Cataluña y que "hablar de otros mecanismos es hacer el caldo gordo a los que no quieren que esas relaciones se materialicen o fructifiquen".
"Si hay que volver a hablar del 155 volveremos a hablar, desde un punto de vista pedagógico, porque es un artículo constitucional, autonómico, federal", ha zanjado. Ante las advertencias de Casado, Sánchez lo que quiere es que el PP le apoye "en todo" como él hizo con el Gobierno de Mariano Rajoy, precisamente con la aplicación del artículo 155.
Mientras Casado advertía el jueves que estaría vigilante sobre Cataluña, el presidente del Gobierno le ha pedido que sea coherente y que haga una oposición tan de Estado como hizo él. De paso, ha recordado que las consultas en Cataluña -la de 2014 y la de 2017-- se hicieron bajo los gobiernos del PP.
Preguntado entonces si él puede garantizar que en su mandato no habrá ninguna, ha precisado que lo decía como reflexión sobre la "coherencia política", porque "los que ahora piden la ilegalización de las convocatorias de esas consultas no lo hicieron cuando estaban en el Gobierno". Sánchez considera que con su apoyo al 155 se ganó "algún galón" --así lo ha dicho después en una conversación informal-- y reclama por "coherencia" el mismo apoyo del PP.
En todo caso, Sánchez no ha aclarado qué hará el Grupo Socialista cuando el 'popular' presente en el Congreso las reformas que ha anunciado Casado para tipificar la convocatoria ilegal de referendos y el delito de sedición impropia.
A su modo de ver, lo que está pasando es que los "partidos conservadores" están compitiendo en "radicalidad" y eso no es bueno, porque "plantear proyectos políticos a base de confrontar territorios o personas en función de su origen o su raza no es lo que necesita España", sino que "España necesita unión".
Es más, ha opinado que todo el mundo debería extraer lecciones de la situación en Cataluña, también el PP, en el sentido de que "el agravio, la confrontación de territorios no son proyectos que sumen, sino que restan"
Sánchez ha asegurado que el Gobierno "va a defender la legalidad, la Constitución y el Estatut ante eventuales vulneraciones" pero también que "no quiere abrir ninguna vía judicial más". Además, ha dicho ser consciente de que la solución no será inmediata, porque lleva una década larvándose. La solución, ha dicho, requerirá mucha paciencia, generosidad y altura de miras.
Sánchez también ha dicho que esa solución exigirá al votación del conjunto de los catalanes, y ahí hay una diferencia entre Madrid y Barcelona: "nosotros queremos votar un acuerdo que represente al 80 por ciento de la sociedad catalana y lo que ellos proponen no los representa", ha dicho, añadiendo que espera poder "convencerles en el medio plazo".
El Gobierno no espera una solución en esta legislatura y, de hecho, para Sánchez, la tarea de su Gobierno es recuperar el diálogo y la normalidad. De hecho, ha saludado la celebración de la comisión bilateral Estado-Generalitat y ha confiado en que los distintos grupos de trabajo empiecen a dar frutos a partir de septiembre.
"LOS QUE TIENEN CONVICCIONES FIRMES SIEMPRE QUIEREN DIALOGAR"
A su juicio, esos primeros pasos son de una "importancia política fundamental". Sánchez se ha preguntado qué forma de hacer política es rechazar el diálogo y ha argumentado que "precisamente los que tienen convicciones firmes siempre quieren dialogar porque saben cuáles son sus límites". Los suyos, han dicho, están claros, la Constitución y el Estatut, y en ese marco "se pueden hacer muchas cosas".
Según ha explicado, en su conversación con Casado recalcó que hay asuntos que trascienden el interés partidario, como este asunto de Cataluña, las migraciones o la política con ETA, y en todos ellos le ha pedido que sea coherente.
