Sanz dice que no es indiferente votar a quien mejor defiende valores o impedir que lleguen quienes los conculcan

Actualizado: jueves, 28 febrero 2008 9:58

HUESCA, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -

El obispo de Huesca y de Jaca, Jesús Sanz, estima que "no es indiferente votar eligiendo a quienes a nuestro juicio mejor defienden" valores como "la vida, la libertad, la familia, la educación, la paz", o "botar echando (o impidiendo que lleguen) a quienes más los conculcan".

Así lo manifiesta en la carta pastoral del próximo 2 de marzo, titulada 'Votar o botar: toda una responsabilidad', con motivo de las elecciones generales del próximo 9 de marzo, en la que aclara que si los obispos hablan sobre este tema "no es una intromisión en el campo político", sino que ofrecen "una perspectiva moral de las cuestiones que los políticos tratan en sus propuestas y sus gestiones".

A su entender, "no estamos apoyando o rechazando unas siglas, sino expresando lo irrenunciable de una posición moral que es la que nos mueve a la hora de ejercer el derecho y deber ciudadano de votar o botar a nuestros representantes".

Por eso, explica, "nos ha sorprendido la interesada virulencia hacia nuestra nota episcopal" y "extraña que quienes más nos han negado la libertad de expresión se presenten como paladines de una falsa tolerancia que termina siendo liberticida exclusión".

Además, continua, "quienes no han pedido perdón jamás", exigen "nefandamente que pidamos perdón --cosa que hacemos cada día--, que salgamos del todo de una plaza pública en la que sólo ellos dicen tener legitimidad" y "si somos buenos nos dejarán estar en nuestra reserva apache, sólo en los lugares señalados y en sus fiestas de guardar".

"No tenemos nostalgia de ningún tiempo pretérito, ni prisa de otro tiempo por llegar", continúa el prelado, que afirma, asimismo, que "no soy amigo de zulos ni de catacumbas, tampoco de trincheras ni de barricadas", al tiempo que se mostró dispuesto a dialogar "con gente que de veras sabe y quiere dialogar" y "con aquellos que quieren y saben discrepar, discreparemos".

"Pero el diálogo y la discrepancia son un arte que requieren talento y apertura, para que no terminen en censura y crispación sin más". El obispo de Huesca y Jaca afirma también que "no somos anti-ellos" y "por más que sea patética su jerga, manifiesta su vaciedad y terribles sus pretensiones, nosotros no vamos por ahí haciendo política episcopal".

Además, argumenta, "los únicos que han pedido el voto para una formación política concreta no hemos sido los obispos" y si no "que le pregunten al musulmán".

Por otra parte, el prelado recuerda a los cristianos "y a cuantos nos quieran escuchar, que la vida --sea cual sea su amenaza-- no es negociable en ninguno de sus tramos; que la familia la deseamos y la entendemos como Dios la pensó y nos la propuso en nuestra naturaleza" y que "la educación de los hijos es responsabilidad primaria de los padres sin injerencias domesticadoras".

Jesús Sanz apunta también que "la convivencia entre los pueblos de España es un bien común si se favorece la igualdad y la justicia entre ellos"; "la paz no es moneda de cambio para otros intereses" y "la negociación política con el terrorismo no cabe en ningún Estado de derecho".

Además, "la violencia de todo tipo (desde la callejera a la doméstica), al igual que cualquier demagogia con inmigrantes o con pobres está de más, y que la mentira y la corrupción incapacitan para una propuesta honesta al minar su credibilidad".

"Pido a Dios que encontremos un camino sereno, para construir juntos una sociedad en la que todos seamos ayudados a convivir en la justicia, la belleza, la bondad, la libertad, la paz y la verdad", concluye el prelado en su carta pastoral.