BARCELONA, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente del grupo del PP en el Parlament, Daniel Sirera, tildó hoy de "escenificación teatral" y "ejercicio de hipocresía" la unidad entre el Govern y CiU "tras dos años tirándose los platos a la cabeza" con una "guerra constante de declaraciones y contradeclaraciones par aver quién defendía mejor los intereses de los catalanes".
En un apunte en su blog recogido por Europa Press, Sirera recordó, el día que vence el plazo para pactar la nueva financiación, que el PP "ha defendido siempre una mejora" de la financiación para Catalunya al margen del Estatut "sin poner fechas que sabíamos que no se llegarían a cumplir".
Pese a que consideró que al Govern "no le falta razón" para mostrarse sorprendido por que el Gobierno "incumpla la ley", también señaló que tendría que analizar con la misma perplejidad "la falta de unidad dentro del tripartito y la incapacidad de llevar una negociación responsable" que mejore los ingresos de Catalunya. "No llegar a un acuerdo es culpa de todos, pero sobre todo de los que gobiernan, tanto en Madrid como en Sant Jaume --plaza de Barcelona donde se ubica el Palau de la Generalitat--", añadió.
Sirera recordó que hace siete años un Gobierno del PP fue "capaz de abordar un sistema de financiación beneficioso" para todas las autonomías y con el que Catalunya "aumentó considerablemente sus ingresos".
Sin embargo, dijo que la situación actual es "diferente" porque "es uno de los más grandes enfrentamientos entre el Gobierno y la Generalitat", sin que "sea una casualidad", según Sirera, que ambos gobiernos tengan "el mismo color político, los socialistas".
Sirera aseguró que "si de verdad" creyeran que el plazo fijado por el Estatut para la financiación era "innegociable", el tripartito y CiU habrían instado a la convocatoria urgente de la diputación permanente del Congreso y el Parlament para escuchar las razones del ministro Pedro Solbes y el conseller Antoni Castells para no aprobar la financiación.
Asimismo, recordó que el delegado del Gobierno tiene "la obligación estatutaria" de comparecer ante el Parlament "y los partidos que ahora se lamentan no tan sólo lo han pedido".
