Además de que la misión esté acotada a 12 meses, el documento critica que la operación no contemple acciones en tierra
MADRID, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un informe reciente elaborado por el Real Instituto Elcano apunta que la "gravísima debilidad" de la 'Operación Atalanta' lanzada por la Unión Europea para luchar contra la piratería en las aguas frente a Somalia es que se le ha concedido 12 meses de duración, algo que, además de ir en contra de la "lógica" de cualquier operación militar, que debe tener una duración "determinada por el objetivo a conseguir", puede llevar a los piratas a "concederse un bien ganado año sabático" y después "recomenzar su sacrificada pero lucrativa actividad el 13 de diciembre próximo".
El documento, titulado 'Aspectos operacionales de la lucha contra la piratería en Somalia' y elaborado por Fernando del Pozo, director del proyecto OTAN-UE de la institución, advierte de que este plazo marcado para la operación puede hacer que los piratas, "sabedores por fuentes de dominio público de que la UE terminará la operación en un año" podrían tomarse este año de descanso y volver a los secuestros una vez que finalice.
Para el autor del informe, esta misión debería haber situado su 'desirable end state', o final deseado, "cuando la incidencia de ataques de piratas en la zona haya descendido por debajo de 'p' al mes, y se haya mantenido en ese nivel durante 'm' meses".
Además, apunta que a esto podría sumarse el hecho de que los piratas también saben que los militares europeos no puedan perseguirles en tierra firme, algo que para el 'think tank' sería un "componente indispensable" de la operación y que "le falta".
El informe sostiene que la piratería "es un fénomeno terrestre que tiene una dimensión marítima", y "no un fenómeno exclusivamente marítimo" como las operaciones desplegadas hasta ahora y las naciones que las han impulsado "se empeñan en considerarlo". Para el autor del documento, "la piratería sólo puede ser suprimida con la acción policial en tierra, apoyada por la contención que proporciona una vigorosa patrulla naval".
Así, y a pesar de que "el Derecho Internacional no ha evolucionado tanto como las tácticas de la piratería", recuerda que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, a instancia de algunos países --Bélgica, Francia, Grecia, Liberia y Corea del Sur-- autorizó estas operaciones en su resolución del pasado 16 de diciembre, si bien todavía ni la UE ni la OTAN han incorporado esta posibilidad a su Orden de Operaciones.
ARRESTOS.
Otro problema que el documento destaca está relacionado con las "acciones pertinentes" que la misión deba tomar para reprimir la piratería, que, argumenta, "desgraciadamente viene condicionado" porque los posibles arrestados puedan ser adecuadamente juzgados, "algo que no parece sea muy viable conseguir en el plazo de tiempo de la operación.
El hecho de que Somalia no tenga una infraestructura legal para detener ni juzgar a los piratas, sumado a que los oficiales navales "no son agentes de la ley" conduce a que "sus arrestos podrían ser legalmente cuestionables".
Frente a esto, señala, los países que participan en la Operación Atalanta podrían adoptar la "solución potencial" que la ONU contempla en la resolución del pasado 16 de diciembre y que planta la posibilidad de que las naciones "dispuestas a hacerse cargo de los piratas apresados" envíen agentes de la ley a bordo de los buques de guerra comprometidos en la operación. "La ejecución de esta medida es muy sencilla y deberá ponerse en vigor prontamente", señala.
El miércoles de la pasada semana, la ministra de Defensa, Carme Chacón, anunció en el Congreso de los Diputados, antes de la votación para autorizar la participación española en la Operación Atalanta, que hay negociaciones en marcha para alcanzar acuerdos con terceros países de la zona, especialmente con Kenia, Tanzania y Yibuti, para la entrega de los piratas detenidos.
En definitiva, el informe considera que "los auspicios de la lucha contra la piratería en el Cuerno de Africa son buenos", pero "sólo el transcurso de los próximos meses nos podrá decir si las perspectivas a largo plazo son igualmente beneficiosas o se habrá tratado de un mero paréntesis".
Además, recalca que la piratería es "un problema global" y que "las causas que la propician en Somalia existen en iguales o parecidos términos en otras partes del globo", por lo que la experiencia adquirida en esta operación "probablemente habrá de aplicarse en el futuro en otro lugar vulnerable".
Tras su aprobación en el Congreso, el pasado viernes salió desde la Base de Rota (Cádiz) la fragata Marqués de la Ensenada con más de 200 militares españoles, que se sumarán al avión Orion P-3 y los alrededor de 70 efectivos ya desplegados en la zona, para participar en la operación de la UE. La misión pretende acabar con los secuestros a pesqueros en las aguas del Océano Indico y proteger a los buques del Programa Mundial de Alimentos (PAM), que cada dos meses llevan alimentos básicos a Somalia, un Estado sin un Gobierno central fuerte desde hace casi 20 años.
