El Supremo revisará este miércoles la condena a 15 años de cárcel impuesta al ex abogado Pablo Vioque por narcotráfico

Actualizado: lunes, 4 septiembre 2006 20:20

MADRID, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Tribunal Supremo revisará el próximo miércoles la condena a 15 años de cárcel que impuso la Audiencia Nacional al ex abogado y narcotraficante Pablo Vioque por un delito contra la salud pública y blanqueo de capitales por la introducción en España de 1.802,7 kilos de cocaína que se ocultaron en tablones de madera procedentes de Brasil. La droga fue intervenida en la operación policial denominada "Más Madera" en abril de 2001.

El Alto Tribunal estudiará en una vista que se celebrará a puerta cerrada el recurso interpuesto por Vioque, condenado además a 7 años y medio de prisión por ordenar el intento de asesinato del entonces teniente fiscal Antidroga y hoy fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, contra la sentencia de la Sección Tercera de lo Penal de esta sede judicial que le condenó también a pagar una multa de 115,6 millones de euros por estos hechos.

En la misma causa fueron absueltas la madre y la suegra de Vioque, respectivamente, Pascuala María del Pilar Izquierdo y Luisa Abuín, quienes estaban acusadas de un delito de blanqueo. El que también fue condenado a 4 años de cárcel y multa de un millón de euros por este delito fue el hijo de la anterior y cuñado de Vioque, David Lage. La compañera sentimental de éste, Cristina García, fue condenada como cómplice a un año y medio de cárcel y multa de 500.000 euros.

Los otros seis acusados, los miembros de la organización narcotraficante que preparó el envío del alijo a España, los camioneros que lo trasladaron hasta la nave, donde fue encontrado oculto en tablones de madera, y la arrendataria del local, fueron condenados a 9 años de cárcel, excepto una, a la que se aplicó la atenuante de ludopatía, y a la que se le impuso 8 años de prisión. Todos ellos fueron condenados a multas que oscilan entre 63 y 90 millones de euros.

La sentencia consideró probado que "dentro de organizaciones de los países productores de cocaína en latinoamérica, en el año 2000 se preparaba la exportación a España de dicha mercancía, y Pablo Vioque, quien desde 1998 se encontraba en libertad provisional, dada la enfermedad que padecía", a pesar de que estaba acusado y fue condenado a 18 años de cárcel por un delito contra la salud pública, junto con "Arinda Adalgiza Alean Ruiz, tenía contactos con ellas para llevarlas a cabo".

Con dicho fin personas no identificadas y que se hicieron llamar "Cristina" e "Iván" contactaron con María Antonio Gallego, para que interviniera como almacenista para lo que le pagarían una cantidad mensual, el coste de la infraestructura y un porcentaje de la mercancía remitida.

Gallego, diagnosticada como ludópata, "movida por la posibilidad de obtener dinero para mantenerse y sufragar su adicción al juego, aceptó llevar a cabo los trámites que se le proponían" y buscó y alquiló una nave en el polígono Larena-98SL, en Valdemoro (Madrid).

En abril de 2005, "Cristina" comunicó a Gallego que ya iba a llegar la mercancía esperada, por lo que le pidió que alquilara una carretilla elevadora para realizar la descarga y que buscara camioneros para trasladar parte de la carga a Barcelona.

Por su parte, Vioque conoció a Arinda Adalguiza Alean (condenada a la multa más alta, 90 millones de euros) en el año 2000, como abogado del Colegio de Madrid. Ambos tenían contactos con personas no identificadas para el transporte de cocaína a España.

En las Navidades de 2000, Arinda marchó a su país, Colombia, y regresó a España el 3 de abril 2001, día en el que ya se reunió con Vioque. El día 7, la mujer se trasladó a Las Rozas, en un coche conducido por el también condenado William Hernández, donde se entrevistó con Vioque.

48 FARDOS DE MADERA.

El día 13 llegó al puerto de Valencia el barco Carapalos, que transportaba 48 fardos de madera serrada de pino, procedente de Brasil. La carga estaba remitida a Madeireira Reserva y dirigida a Maderas Silvestre con domicilio en Madrid. Los trámites aduaneros se realizaron a nombre de Iván Vilanova, a quien le había sido robado el DNI.

El 18 y el 20 de abril de 2001, Arinda se reunió con Vioque en Madrid, y el 24, William la volvió a llevar al encuentro con Vioque. El abogado le dijo entonces que los números de los zapatos son del 39 al 43, números que Arinda facilitó por teléfono a William para que se los transmitiera a otra persona. "En todas estas reuniones los acusados ultimaban los detalles del tránsito de droga llegada a España, operación que coordinaba principalmente Vioque", señala la resolución.

La mercancía fue trasladada a Madrid el 25 de abril por los camioneros contratados por María Antonia Gallego y también condenados, Juan Bautista Cortés, Fernando Emilio Maximino y José Cejudo Santamaría. El día 26, Gallego se trasladó a la nave de Valdemoro, donde dos de los camioneros descargaban la mercancía, mientras que otro vigilaba, "pues eran ya sabedores de que se trataba de una operación relacionada con el tráfico de drogas".

En la nave se encontraron un total de 1.800 envases, con un total de 1.802.660,5 gramos de cocaína con una riqueza media del 80,4 por ciento, que habría tenido un valor de 61.521.966 euros. La droga fue hallada en el interior de la madera procedente de Brasil.

BLANQUEO DE CAPITALES.

En cuanto al delito de blanqueo de capitales, la sentencia explica respecto a Vioque que, para que el beneficio económico obtenido con el narcotráfico "permitiera el mantenimiento de su esposa e hijos", el abogado "planeó la constitución de la sociedad Abuin Izquierdo". La constituyeron su madre y su suegra, "quienes eran ajenas a la finalidad perseguida por Vioque", con un capital inicial de 500.000 pesetas cada una de ellas.

La sociedad adquirió una gasolinera en Caldes de Rey (Pontevedra) y contrató a un hombre de confianza: su cuñado David Lage, a quien había acogido cuando quedó huérfano de padre y le pagó los estudios. Lage contó con la colaboración de su compañera sentimental, Cristina García. A continuación compraron otra gasolinera, también en Pontevedra, y varios viviendas en Las Rozas (Madrid).