El supuesto parricida de Alcalá de Guadaíra(Sevilla) reconstruye los hechos ante la juez y su madre marcha con otra hija

Actualizado: jueves, 3 enero 2008 19:23

ALCALÁ DE GUADAÍRA (SEVILLA), 3 Ene. (EUROPA PRESS) -

El joven de 27 años detenido el 1 de enero como supuesto autor de la muerte de su padre, Antonio D.G., en el número tres de la calle Pino Marítimo de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), ha reconstruido el crimen en la propia vivienda ante la magistrada titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de dicho partido judicial, mientras la esposa de la víctima y madre del supuesto parricida, Getrudis, está residiendo ahora con su hija mayor.

Fuentes próximas al caso informaron a Europa Press de que el número tres de la calle Pino Marítimo, en una de las urbanizaciones residenciales de Alcalá de Guadaíra, sigue precintado por el Cuerpo Nacional de Policía tras el crimen perpetrado la madrugada del pasado 1 de enero, cuando padre e hijo se enzarzaron en una disputa al salir la víctima al jardín armado con una escopeta ante las molestias que le ocasionaban unos petardos.

No obstante, y como confirmó a Europa Press el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Faustino Valdés, la Policía Nacional se ha desplegado hoy en el interior de la vivienda de los hechos estableciendo un cordón policial mientras se reconstruían los hechos supuestamente cometidos por A.D.P., sobre el que pesa una orden de prisión provisional dictada por el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Alcalá de Guadaíra.

La madre de A.D.P. y ya viuda de A.D.G., entretanto, está residiendo con la hija mayor del matrimonio, según señalaban fuentes próximas a la familia.

CRIMEN AL COMENZAR EL NUEVO AÑO.

La información confirmada es que sobre las 5.20 horas del 1 de enero la esposa de la víctima, Gertrudis, despertó en el número tres de la calle Pino Marítimo alertada por unos ruidos tras haberse acostado en la madrugada del 31 de diciembre al 1 de enero.

Según la información que ha trascendido, poco antes de las 05.20 horas del 1 de enero el fallecido, de 57 años, salió al jardín armado con una escopeta reaccionando a las molestias que le ocasionaban las explosiones de unos petardos, llegando incluso a efectuar algunos disparos al aire. En ese momento habría intervenido en la escena el hijo del difunto, que habría reprochado a su padre esta actuación originando una disputa entre ambos. El enfrentamiento se habría saldado con una puñalada en el cuello de Antonio D.G. y con su posterior muerte por desangramiento, según la información confirmada por Europa Press.

Alertada por los ruidos, Gertrudis, esposa de la víctima, despertó de su sueño y se personó en la escena del crimen encontrando sangre desparramada por las estancias y el mobiliario, mientras su marido presentaba una herida incisa en el cuello de la que manaba abundante sangre y aún portaba la escopeta en sus manos. Pese a su estado nervioso, la mujer logró ponerse en contacto con los servicios de emergencia y la Policía Nacional y la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES) 061 movilizaron el correspondiente dispositivo, que no logró evitar que el sujeto falleciera desangrado a consecuencia de la citada herida.

La familia en cuestión era "muy conocida" en el entorno de la calle Pino Marítimo y "nunca había protagonizado un escándalo", según los propios vecinos de la citada calle, algunos de los cuales creyeron que la vivienda en la que sucedieron los hechos había sido objeto de un robo cuando se percataron del dispositivo policial que rodeaba el chalé. Desde el domicilio de José García, uno de los vecinos más próximos al número tres de la calle Pino Marítimo, señalaban a Europa Press que se trataba de una familia "normal" y que incluso la víctima estuvo ayer departiendo con toda tranquilidad con los vecinos del entorno.