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Actualizado: jueves, 31 enero 2008 15:37


MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -

El terrorismo volvió a colocarse como el principal problema que padece España después del atentado que ETA perpetró el pasado 1 de diciembre en la localidad francesa de Capbreton y que acabó con la vida de dos jóvenes guardias civiles. Este suceso acarreó que la percepción del terrorismo como un problema creciese más de diez puntos respecto al mes de noviembre, según se desprende de Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al diciembre de 2007.

El trabajo de campo de este estudio, entregado hoy en el Congreso de los Diputados, se realizó entre el 18 y el 27 de diciembre mediante 2.472 entrevistas personales y domiciliarias en 236 municipios de 47 provincias. Tiene un margen de error del más/menos 2 por ciento.

En concreto, el sondeo refleja que, mientras en noviembre el terrorismo era citado como un problema por el 29 por ciento de los entrevistados, un mes después aparecía en el 39,6 por ciento de las respuestas.

YA ESTUVO EL PRIMERO EN ENERO Y JUNIO

De esta forma, este fenómeno vuelve a liderar la relación de inquietudes de los españoles, un puesto que no ocupaba desde el pasado mes de junio --después de que ETA anunciara formalmente la ruptura de la tregua--, con un 41,7 por ciento de menciones. También se situó en la cúspide de la lista en enero de 2007 como consecuencia del atentado de la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas en el que la banda asesinó a dos ciudadanos ecuatorianos. En el primer mes del año pasado lo citaron el 44,9 por ciento de los consultados.

La relación de preocupaciones nacionales que recoge la encuesta conocida hoy sitúa en los siguientes puestos tres cuestiones económicas: el paro (con el 38,6 por ciento de las respuestas); los problemas económicos en general (32,9 por ciento) y la vivienda (28,8 por ciento).

De ellos, el único parámetro que crece respecto al mes anterior es el correspondiente a los 'problemas de índole económica', que se mantiene en el tercer puesto. Si en noviembre los nombraban el 29,4 por ciento de los entrevistados, un mes después su porcentaje alcanzaba el 32,9 por ciento.

LA ECONOMÍA COPA LOS PROBLEMAS PERSONALES

Donde no se producen cambios de puestos es en la relación de problemas que más afectan personalmente a los ciudadanos, que, como el mes anterior, sigue liderada por los problemas de índole económica. Eso sí, ahora son más los ciudadanos que citan este asunto como una de sus preocupaciones personales, ya que el porcentaje de respuestas ha pasado en un mes del 30,3 al 36 por ciento.

En segundo lugar se mantiene el precio de la vivienda (24 por ciento), seguida de el paro (18,1 por ciento) y los problemas relacionados con la calidad del empleo (13,3 por ciento).

La impresión de que la situación económica está empeorando también se pone de manifiesto en otro apartado de la encuesta, aquel en el que el CIS invita a los entrevistados a pronunciarse sobre esta materia. Así, respecto a noviembre, los que califican la situación económica de 'mala o muy mala' han aumentado más de cuatro puntos (36 por ciento frente a 31,9). Paralelamente, son menos lo que la perciben como 'buena o muy buena' (21 frente a 19 por ciento).

Si se comparan estos datos con los de hace un año (enero de 2007), las diferencias son aún mayores, ya que entonces los que alababan la marcha de la economía constituían el 24 por ciento y los que opinaban lo contrario se quedaban en el 26 por ciento. Es decir, en un año ha aumentado diez puntos el porcentaje de los que ven 'mal o muy mal' la economía nacional.

MALOS PRONÓSTICOS PARA ESTE AÑO

Los pronósticos económicos para dentro de un año tampoco son halagüeños para la mayoría, puesto que el 34,7 por ciento augura que la economía empeorará (2,3 puntos más que noviembre) y sólo el 9,8 por ciento cree que irá a mejor.

Respecto a la situación política, a tres meses de las elecciones, el 36,7 por ciento la ve 'mal o muy mal' y sólo el 15,5 por ciento la considera 'buena o muy buena'. Mirando al futuro, el 16,2 concluye que será peor, frente al 13 por ciento que hace una previsión optimista.