MADRID, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia de la Audiencia Provincial de Sevilla que condenó en octubre de 2008 a 23 años de prisión a un funcionario de prisiones que mató a su mujer de 40 puñaladas y 14 golpes en la cabeza mientras ésta dormía en su vivienda de San José de la Rinconada (Sevilla) en febrero de 2006.
Según se desprende de la resolución, hecha pública hoy, el alto tribunal ha desestimado la argumentación de la defensa del condenado que solicitaba la anulación de la agravante de ensañamiento y alevosía.
Los magistrados de la Sala de lo Penal han considerado que quedan suficientemente probadas "las intenciones vengativas" del autor del asesinato, que confesó en su declaración ante la Policía. Destacan también el número de puñaladas, más de 40, "dirigidas a zonas tan significativas como los genitales de la mujer, a la que su agresor atribuía una conducta de infidelidad".
Los hechos se produjeron durante la madrugada del 4 de febrero, mientras la mujer, que había comunicado a su agresor su intención de divorciarse, se encontraba durmiendo. El funcionario se colocó a horcajadas sobre ella y le golpeó fuertemente la cabeza con una figura de bronce de más de dos kilos de peso. A continuación le propinó 43 puñaladas con un cuchillo de cocina y otro jamonero.
ALEVOSÍA
El alto tribunal ha respaldado también la aplicación de la agravante de alevosía y recuerda que el funcionario de prisiones no presentaba lesiones que pudieran indicar que la víctima se defendió. "Ésta no pudo ni siquiera abandonar el lecho en el que padeció la agresión", destaca.
Además, la resolución pone de manifiesto que el primer ataque contra la mujer se produjo con la pesada figura de bronce "que llegó a romperse". "A partir de ahí la víctima ya tenía completamente mermadas sus posibilidades de defensa", dice la sentencia.
El funcionario de prisiones admitió en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Sevilla que cometió el crimen "impulsado por un espíritu maligno". "Estaba ido total. No me explico cómo pude cometer esa indigna acción", sentenció.
El condenado --licenciado en Derecho y Graduado Social-- dijo que "evidentemente" él mató a su compañera sentimental, si bien aseguró no recordar cómo sucedieron los hechos. "Hay un punto blanco en mi mente", apuntó Rafael y añadió que tuvo que ser "fortuito" porque "la quería muchísimo".
