La Eurocámara y los Veintisiete llegan a un acuerdo sobre la nueva directiva de servicios audiovisuales
BRUSELAS, 8 May. (EUROPA PRESS) -
La Unión Europea exigirá a todos los Estados miembros, incluido España, que se doten de una autoridad audiovisual independiente que se responsabilice de garantizar la libertad de expresión y el pluralismo, según el acuerdo al que han llegado la Eurocámara y la presidencia alemana de la UE sobre la nueva norma de servicios audiovisuales que sustituirá a la directiva 'Televisión sin Fronteras'.
La obligatoriedad de crear este regulador audiovisual era una exigencia de la Comisión y del Parlamento a la que hasta ahora se habían opuesto los Veintisiete. En el compromiso final no se dice que los Estados miembros deben crear esta autoridad nacional, sino que se da por hecho que ya existe, con lo que los países que no la tienen estarán incumpliendo la norma, según explicó a Europa Press el eurodiputado de Convergència i Unió, Ignasi Guardans, ponente en la sombra de esta norma por parte de los liberales europeos.
"Esto afecta directamente a España, que es el único país de los grandes de la UE que no tiene esta autoridad", subrayó Guardans.
Por lo que se refiere a la publicidad, el compromiso alcanzando entre el Parlamento y el Consejo establece que en el caso de películas, telefilmes, programas para niños e informativos sólo podrán insertarse cortes publicitarios una vez cada 30 minutos. Para el resto de programas se liberaliza por completo, aunque se mantiene el límite máximo de 12 minutos de anuncios por hora.
En cuanto a la colocación de productos, como regla general se prohíbe excepto para películas, series y espacios deportivos. No obstante, los Estados miembros podrán ser más restrictivos. Al principio y al final de un programa que contenga 'product placement' deberá aparecer una señal especial, excepto si la cadena que lo emite no tiene ninguna responsabilidad en el mismo ni tampoco sus filiales.
La Eurocámara ha logrado en las negociaciones que la norma prevea la elaboración de un código de conducta respecto a los niños para evitar, por ejemplo, la publicidad de comida con alto contenido graso en horario infantil. La directiva también reconoce el derecho de acceso a los medios de las personas discapacitadas, por ejemplo con los subtítulos para sordos o los comentarios para ciegos.
El compromiso final reconoce además el principio de 'país de origen', lo que significa que se aplicarán las reglas del país en el que está situado el proveedor de los servicios audiovisuales, aunque se prevén una serie de controles para evitar abusos.
Antes de entrar en vigor, la directiva tiene que ser ratificada por los ministros de Cultura de los Veintisiete cuando se reúnan el próximo 24 de mayo y también por el pleno de la Eurocámara probablemente en julio.
