Zapatero apuesta en Melilla por trabajar en inmigración con los países vecinos

Actualizado: martes, 31 enero 2006 20:15


MELILLA, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró hoy en Melilla que para solucionar los problemas de la inmigración es necesario trabajar conjuntamente con la Unión Europea y con los países vecinos. Esta fue la única alusión a Marruecos que hizo en su discurso tras reunirse con el presidente de la ciudad autónoma, Juan José Imbroda. Zapatero se felicitó de haber cumplido su promesa de visitar las dos ciudades autónomas (este miércoles estará en Ceuta), aunque "algunos dijeron que era un brindis al sol". Es la primera visita a estas plazas de un presidente del Gobierno desde que Adolfo Suárez la hiciera en 1980.

Zapatero, tras reunirse con Imbroda, aseguró que "el Gobierno es muy consciente de la singularidad de Melilla y de las especiales condiciones en las que tienen lugar sus actividades y de desarrollo económico". A pesar de este reconocimiento, el jefe del Ejecutivo no hizo una proclama específica de la españolidad de las dos ciudades autónomas, algo que ya ha hecho en ocasiones precedentes. Imbroda, en todo caso, se mostró satisfecho con la visita, que demuestra que "España está con Melilla".

La inmigración fue uno de los puntos fundamentales del discurso de Zapatero. Según explicó, es necesario ordenar este fenómeno y legalizarlo, al tiempo que se garantiza el cumplimiento de los derechos humanos. Añadió que "lo que exige la sociedad" es garantizar la seguridad y colaboración con el conjunto de la Unión Europea y con los "países vecinos". Esta fue la única alusión directa a Marruecos que hizo en su discurso tras reunirse con Imbroda. Sobre este aspecto, el presidente melillense aseguró que la ciudad autónoma "no es un apéndice de España, sino una parte de España". "Demandamos la ayuda justa, solidaria, de las instituciones del Estado", añadió.

El presidente del Gobierno garantizó su compromiso con el futuro económico de Melilla y realizó varios anuncios. Así, explicó que ya se ha tomado la decisión de poner en marcha la construcción de un nuevo hospital en los terrenos del actual hospital militar, que tendrá un uso militar y civil cuando esté finalizado, dentro de un año. También se comprometió a "importantes mejoras" en los servicios de navegación entre Málaga y Almería y la ciudad autónoma, y a incluir 1.200 viviendas protegidas en el plan para los años 2005-2008.

FONDOS Y PROYECTOS

Las perspectivas financieras de la Unión Europea y del Fondo Tecnológico, continuó Zapatero, supondrán para Melilla 25 millones de euros. Recordó, además, que en los Presupuestos Generales del Estado se han comprometido 50,7 millones de euros, lo que supone un incremento del 16 por ciento con respecto al pasado año. Con este dinero se construirán, entre otras cosas, un nuevo instituto de educación secundaria, uno de educación infantil y primaria y un conservatorio de música. Con respecto a la atención a mayores, Zapatero explicó que en julio de 2007 se finalizará una nueva residencia del Imserso con 200 nuevas plazas para residentes.

Zapatero incidió en que esta visita supone cumplir un compromiso, adquirido además en el Senado. "Me siento obligado por lo que asumo en sede parlamentaria. Pienso ante todo en los ciudadanos, y estoy convencido de que la mayoría de melillenses querían que viniera, esperaban mi llegada, aprecian lo que significa y desean la colaboración entras las dos administraciones", dijo. "Algunos negaron la credibilidad de mi compromiso. Otros dijeron que era un brindis al sol. Incluso algunos que nunca cumpliría mi palabra", añadió, convencido de que quienes dijeron eso buscaban "alguna rentabilidad".

VÍTORES EN EL AEROPUERTO Y PROTESTAS EN LA FRONTERA

La visita de José Luis Rodríguez Zapatero a Melilla ha provocado reacciones encontradas. El recibimiento en el Palacio de la Asamblea melillense no pudo ser más caluroso. Cerca de un centenar de personas corearon el nombre del presidente del Gobierno, portando pancartas con lemas como 'Gracias por tu visita' o banderas arco iris. Zapatero escuchó gritos de "guapo" e incluso el de una mujer que dijo "con dos cojones, mi presidente". Entre este grupo de personas había población musulmana, también mujeres con las tradicionales chilabas.

En cambio, en la frontera entre Melilla y Marruecos hubo protestas. Medio centenar de marroquíes se concentraron en contra de la visita de Zapatero a las "ciudades ocupadas" de Ceuta y Melilla.

El presidente del Partido Marroquí Liberal, Abdelmonaim El Chouki recordó que "ni el Rey ni ningún presidente visitó oficialmente Melilla en los últimos 25 años, desde Suárez, y consideramos por tanto totalmente desacertada la llegada de Zapatero".