Un experto dice que el 73% de los mayores toma más de 5 medicamentos al día, lo que afecta a la manera de metabolizar los alimentos
PAMPLONA, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
El 58 por ciento de las personas de más de 80 años que vive en el área mediterránea no tiene niveles adecuados de vitamina D, por lo que, según Salvador Zamora, catedrático de Fisiología de la Universidad de Murcia, es necesario "medir esta vitamina a los mayores antes de decidir cualquier terapia o medicación, y ofrecer suplementos alimenticios que la contengan en caso de que sea necesario".
Así lo aseguró Salvador Zamora, experto en nutrición, durante la clausura del Máster Europeo en Alimentación, Nutrición y Metabolismo de la Universidad de Navarra.
El catedrático, que impartió recientemente una conferencia sobre alimentación y edad, señaló que la esperanza de vida en España es la más alta de Europa y apuntó que "existe un colectivo institucionalizado que supera los 80 años, que crece a un ritmo de 3,9% y que ya es objeto de evaluación nutricional".
Según el experto, el 73% de las personas mayores toma más de cinco medicamentos o fármacos al día y el 50% consume habitualmente antihipertensivos, antiinflamatorios o ansiolíticos, lo que afecta a la manera de metabolizar los alimentos. "Además, en el caso de la absorción, el envejecimiento produce que la superficie global del intestino vaya disminuyendo, y la motilidad intestinal también, lo cual justifica la presencia del estreñimiento, algo muy común a la población de las personas mayores", señaló.
Por otra parte, Salvador Zamora se refirió a la importancia de mantenerse físicamente activo siempre y, especialmente, a una edad avanzada, y defendió que "hacer ejercicio evita y regenera las pérdidas de tejido muscular y tejido óseo en personas de edad avanzada".
"No se trata de ir al gimnasio", agregó el experto. "Basta con caminar, bailar o subir algunas escaleras. A aquellos mayores que no puedan caminar, les recomiendo que hagan el movimiento de la máquina de coser, apoyar el talón y moverlo hacia delante y hacia atrás, o que giren sus muñecas mientras sostienen algún objeto".
En su opinión, "estos ejercicios permiten pequeños avances en la autonomía individual que producen grandes satisfacciones, como poder levantarse de una silla con el impulso de los propios brazos".
Por último, advirtió de que "cada persona tiene un nivel de actividad física que puede realizar". "Si sobrepasamos este nivel, el metabolismo se oxida más de lo conveniente y por tanto, en lugar de resultar un beneficio nuestra salud, será un perjuicio", advirtió.
