El paro juvenil desciende un 52 por ciento en los últimos cinco años en Navarra, aunque persiste la temporalidad

Publicado: lunes, 10 septiembre 2018 12:25

PAMPLONA, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -

El paro juvenil ha descendido un 52,1 por ciento en Navarra en el periodo 2013-2017, frente al descenso del 42,4 por ciento que se ha registrado en el conjunto de la población, si bien persisten entre la juventud mayores tasas de temporalidad y precariedad.

El vicepresidente de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra, Miguel Laparra, ha presentado este lunes un informe elaborado por su departamento sobre el mercado de trabajo en la población joven.

Dicho informe señala que en términos relativos y tomando como referencia las medias anuales, el desempleo juvenil ha descendido con mayor intensidad, un -49,1% frente al -43,6% de descenso del conjunto del paro en el periodo 2013-2017 según la EPA, y en un -52,1% frente a un -42,4% en cuento al paro registrado.

Por su parte, en la primera mitad de 2018, la cifra de personas desempleadas de menos de 35 años, estimada por la EPA, se sitúa en las 12.100, una cifra que indica un descenso del paro del colectivo del -21,2% con respecto al mismo periodo de 2017.

"Se ha producido una muy positiva bajada del desempleo entre la población joven, a la vez que persisten una importante tasa de temporalidad y de jornadas parciales, signos de precariedad", ha asegurado el vicepresidente.

Según el informe, es necesario diferenciar al grupo de 16 a 24 años, del grupo de 25 a 34. En el primer caso, debe tenerse en cuenta que gran parte del colectivo se encuentra estudiando, lo cual "es muy positivo, siendo uno de los efectos de la crisis la vuelta a espacios de formación de una parte de la gente más joven". "En el caso del grupo de 25 a 34 años, está ya en una tasa de paro igual al conjunto de la población, si bien con mayores índices de temporalidad y precariedad", ha señalado Laparra.

Igualmente, un dato especialmente relevante ha sido el descenso de la población joven en Navarra desde el año 2006. "Como ocurre en el conjunto de España, el envejecimiento de la población activa es un serio reto que debemos afrontar de manera decidida", ha destacado.

En cuanto al peso del desempleo de las personas menores de 35 años, fue del 44,3% en 2017, siendo del 37,9% en la primera mitad de 2018. El porcentaje en la etapa anterior a la crisis era superior. Por ejemplo, en 2006 fue del 59,2%.

En el periodo de recuperación en el que las tasas de paro han descendido, resulta especialmente positivo, según el informe, que el descenso de la tasa de paro entre las personas jóvenes haya sido más intenso, con una reducción de 12,8 puntos en el periodo de 2013-2017 frente a un descenso de 7,7 puntos de la tasa de paro total.

Sin embargo, a pesar de ese positivo descenso de la tasa de paro juvenil, la incidencia del desempleo en el colectivo sigue siendo elevada y superior a la media (17,4% en 2017 y 15,1% en la primera mitad de 2018) si bien en el caso de jóvenes de entre 25 y 34, las cifra es igual a la del conjunto de la población. "Hay que tener en cuenta que se trata de un problema de carácter estructural, esa mayor incidencia del desempleo entre la población joven ha sido constante, independientemente del ciclo económico", ha asegurado el Gobierno.

En cuanto al nivel de estudios, un 21,2% de las personas desempleadas de entre 16 y 34 años cuenta con estudios superiores. En el caso del total del desempleo el porcentaje desciende hasta el 17,7%.

Respecto al sector de actividad de procedencia, la edad influye en que el 19,3% de las personas desempleadas del colectivo no hayan tenido un empleo anterior. Las principales ramas de procedencia son: Comercio y hostelería (19,7%), los servicios a empresas, banca, seguros etc. (18,4%), AA.PP. sanidad y educación (14,4%) e industria (11,7%)

Un elemento positivo, según el informe, es el relacionado con el tiempo en desempleo. Casi siete de cada diez personas desempleadas de entre 16 y 34 años llevan en paro menos de siete meses (67,3%). En relación con ello, el estudio señala que mientras que un 8,5% de las personas jóvenes de menos de 35 años llevan en paro dos o más años, el porcentaje en el conjunto del desempleo alcanza casi una cuarta parte (24%). El desempleo de larga duración afecta al 22,1% de las personas paradas de entre 16 y 34 años frente al 38,5% del conjunto del desempleo.

Por otra parte, en el documento se destaca otro elemento que hay que tener en cuenta. La estimación de la tasa de actividad del colectivo indica un descenso constante y significativo en el periodo 2006-2016. De esta forma, de una tasa de actividad del 76,1% se pasó a una tasa del 62,6%. En términos absolutos, el número de personas activas de menos de 35 años se redujo en ese periodo (2006-2016) según la EPA en algo más de 40.000 personas.

En cuanto a los niveles de empleo y calidad, el número de personas ocupadas de entre 16 y 34 años se situó en 2017 en las 66.900 personas. Los datos correspondientes a la primera mitad de 2018 fijan la cifra en las 68.050. El análisis evolutivo desde 2006 refleja un fuerte descenso del número de personas ocupadas en el periodo 2007-2013 y una ligera recuperación en los últimos años, aunque las cifras siguen siendo distantes a las del comienzo del periodo anterior a la crisis.

En definitiva, en el informe se señala que según los datos analizados "la histórica destrucción de empleo producida durante la crisis recayó en gran medida en la población joven de entre 16 y 34 años y su recuperación, aunque positiva, resulta todavía insuficiente".

Los datos relativos a la afiliación a la Seguridad Social corroboran estas cuestiones. Como elemento positivo se destaca que desde 2017 parece darse una mayor recuperación del empleo juvenil, así, la tasa de variación anual indica un crecimiento de la ocupación de personas de entre 16 y 34 años del 4,7%, superior a la media del 4,2%. Tal y como se señala, este hecho también se confirma con la propia evolución de la afiliación a la Seguridad Social.

De esta forma, según los datos de afiliación, en 2017 y en lo que llevamos de 2018 el crecimiento del empleo de las personas menores de 35 años es algo superior a la media (en términos relativos se produce más ocupación, más afiliación y más contratación). El número de afiliaciones de personas menores de 35 años en julio de 2018 fue de 68.408, un 3,9% más que en el mismo mes de 2017 mientras que el crecimiento del total de la afiliación ha sido del 3,6%.

Sin embargo, en el informe también se resalta que la variación del empleo entre julio de 2008 y julio de 2018 supone un 35% menos de afiliación en el caso de la población menor de 35 años mientras que hay un 17,3% más de afiliaciones de personas mayores de 34 años. En términos absolutos se trata de 36.815 afiliaciones menos de personas menores de 35 años respecto al mismo mes de 2008 frente a las 30.945 afiliaciones más de personas de 35 y más años.

El informe determina que es preciso seguir implementando estrategias que supongan una mejora de la situación del empleo del colectivo joven tanto en términos cuantitativos como cualitativos ya que los niveles de precariedad laboral son superiores.