Sanz, convencido en el Día de la Unidad de UPN, que se mantendrán las mismas mayorías tras las elecciones de 2007

Actualizado: domingo, 4 junio 2006 16:37

Ante las 2.500 personas reunidas en Baluarte, afirma que un gobierno de PSN y nacionalistas sería "el principio del fin de Navarra"

PAMPLONA, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -

Unión del Pueblo Navarra concentró a 2.500 personas en el Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra Baluarte en su "Día de la Unidad", convocado bajo el lema "Unidos por Navarra". El presidente del partido y del Ejecutivo Foral, Miguel Sanz, aseguró en el acto central que "la identidad de Navarra está garantizado" por el Gobierno que preside y por la mayoría UPN y CDN en el Parlamento y se mostró "convencido" de que "a partir de las próximas elecciones, si no nos confiamos, nuestro futuro también estará garantizado porque el Gobierno y el Parlamento van a seguir teniendo las mismas mayorías".

"Porque los navarros, antes que socialistas, regionalistas, convergentes o comunistas somos navarros", agregó el presidente, que pidió a quienes no han apoyado nunca a UPN, que le "presten su confianza, porque no les vamos a defraudar y se lo devolveremos con intereses". Y aseguró que las "incertidumbres" pueden ser "oportunidades para quienes decimos que Navarra no será moneda de cambio".

Según dijo, "en democracia, el modo de evitar riesgos es aprovechando" las circunstancias, esto es, "depositando la confianza a quienes no vamos a defraudar". "No nos podemos arriesgar a que tomen las riendas quienes no creen en la foralidad de Navarra o quienes están dispuestos a llegar al Gobierno pactando con nacionalistas, porque esto sería el principio del fin de Navarra", dijo Miguel Sanz. ¿Dejarán en manos de Zapatero el futuro de Navarra", preguntó a los asistentes.

El presidente rechazó también en su discurso que "Navarra sea el problema y la solución" del denominado conflicto y reclamó una "paz y libertad sin precio político", con "memoria, justicia y dignidad" hacia las víctimas, en la que no se pueda negociar con Batasuna o ETA sin que estas organizaciones haya rechazado la violencia o abandonado las armas. "Es una tomadura de pelo", dijo, citando a Rosa Díez. Aseguró que sus posiciones son compartidas por muchos socialistas, que "desconfían de un presidente que anda sin rumbo", y criticó a aquellos que se dejan convencer "por disciplina de partido".

El presidente Sanz reclamó a Zapatero "primero la paz y después al política". "Los terroristas deben saber que no van a conseguir objetivo. Soñamos con la paz y la libertad pero sin precio alguno, sin chantaje, sin contraprestación política y por eso decimos de verdad, primero la paz, después la política, sin engaños, sin mentiras, con justicia y dignidad, y sólo cuando se cumpla la ley y se reconozca el mal causado nos podrán pedir que seamos generosos", recalcó.

Sanz reconoció que no tienen "ninguna fe" en Zapatero ni en ETA, a pesar de que ésta le de la razón "cuando dicen que tengo las claves del proceso" y censuró a quienes les acusan de poner "trabas en el proceso" por decir que son los terroristas quienes deben "pedir perdón". "Que no nos den lecciones de ética democrática a quienes hemos sufrido las consecuencias del terrorismo", reclamó.

Según comentó, "para los terroristas, Navarra va a seguir siendo un objetivo irrenunciable". Aseguró no tener dudas de que el PSOE y Batasuna hablarán de Navarra, cosa que rechazó, porque "no serán los navarros" quienes estén representados. Así, adelantó que sus actuales representantes, UPN y CDN, no se sentarán en una mesa de diálogo con Batasuna.

PRIMER AÑO

Este es el primer año en el que UPN celebra su "Día de la Unidad" y, en esta ocasión, bajo el lema "Unidos por Navarra" se ha querido incidir en el proceso abierto tras el alto el fuego permanente anunciado por ETA.

El acto político comenzó pasadas las 11,30 con una interpretación del Himno de Navarra, escuchado de pie por afiliados y simpatizantes - acudieron los padres de Miguel Angel Blanco-, que portaban banderas y carteles rojos y azules, colores del partido, con la inscripción "Navarra" o "Libertad". Durante la ceremonia, se pudieron escuchar vivas a Navarra y a España y abucheos al presidente del Gobierno central.

El presidente Miguel Sanz explicó que este día "por la unidad de todos los navarros" surge en un "momento delicado" en el que se dice que Navarra es el "problema y solución". Rechazó estos argumentos y añadió que la solución que debe venir de quienes "nos han generado el problema, quienes han matado y asesinado y evitado que vivamos en libertad". "Sólo a ellos les corresponde abandonar las armas, pedir perdón y luego generosidad", comentó Sanz, quien recalcó que "Navarra nunca ha sido un problema para la libertad, la justicia, para España", ya que "lo único que ha puesto en estos cuarenta de historia criminal ha sido dolor, víctimas y colaboración".

Los congregados respondieron con abucheos a Zapatero cuando Sanz dijo que el presidente del Gobierno de España llamó "hombre de paz" a Otegi. Miguel Sanz criticó que se llame "radicales" a los regionalistas por decir a Zapatero que "cuando una democracia cede al chantaje terrorista es una democracia herida". "No es cuestión de legalidad sino de decencia política", agregó el presidente.

"Con todo respeto", Miguel Sanz también se dirigió a Zapatero criticarle que haya "quitado los obstáculos a ETA" para ponerlos "a los pies de los demócratas de UPN y PP para que no los podamos saltar, porque saben que no estamos dispuestos a comulgar con ruedas de molino".

Sanz inició su discurso haciendo referencia a "esperpento" dicho por Otegi, quien se definió como navarro de Guipúzcoa. Afirmó que esto sólo se puede decir desde el "sectarismo y el nazismo más puro y duro". "A pesar de lo que diga Otegi, San Sebastián es Guipúzcoa y Guipúzcoa es Euskadi. Pamplona es Navarra. Navarra o es Euskadi. Navarra es España", dijo entre los aplausos de los congregados.