Publicado 13/02/2018 08:00

Antonio Pérez Henares.- Los puritanos de aquí

MADRID, 13 Feb. (OTR/PRESS) -

Las tiranías, de todo signo y pelaje, tienen un denominador común: dicen que nos privan de la libertad "por nuestro bien". Que somos como niños y no se nos puede dejar sueltos porque nos desmandamos y nos echamos a perder. Esa era la argumentación esencial del franquismo que sufrimos por aquí y esa es la esencial doctrinal de todas aquellas que en el mundo ha habido y por el mundo perviven sean estas satrapías feudales, teocracias religiosas o regímenes comunistas, que de las tres siguen quedando por ahí.

Esas son las establecidas, las que ostentan el poder y lo imponen, ordeno y mando a la ciudadanía, a golpe de decreto, propaganda y represión. Pero el impulso tiránico de algunos de obligar a los demás a hacer lo que ellos consideran "bueno" y lo que piensen o hagan los otros es maligno, perverso y se debe extirpar, está muy presente en el ser humano y en la sociedad. En las democráticas se intenta aplicar de una manera más sutil pero que busca en el fondo el mismo objetivo: la imposición.

Vivimos ahora, aunque no se quiera ver y nadie ose ni siquiera chistar un intento que sobre supuesto "progresistas" lo que persigue es la implantación de un "pensamiento único" y la degradación a la categoría de subespecie sin derechos a quienes se les ocurra poner en cuestión sus postulados y consignas. Los "ismos" del momento son hoy otros pero contienen en germen de lo que todos: prohibir bajo la excusa de su "bondad" la libertad. Acusando, encima, a quienes la intentan ejercer de ser ellos los malos y dictatoriales. Es una vieja táctica que siempre da inmejorable resultado. Nuestra propia Leyenda Negra, que los españoles nos creemos a pie juntillas, enseñamos en nuestra escuelas y elevamos a categoría de dogma en las universidades es un buen ejemplo. Pondré uno, La Inquisición se supone que es española en sí y per se, la mala mundial. Pues bien, fue la menos asesina de todas. Protestantes condenados a muerte 12 de 220 causas. Católicos asesinados en Inglaterra: más de mil. Más de 40.000 brujas fueron quemadas en la hoguera: Santo Oficio español: 27. Alemania y Francia más de 4000 en cada país. En la calvinista Suiza: 1500. La propaganda manda y los integrismos protestantes aparecen como portaestandarte de la libertad religiosa. La suya claro, aplastando a todas las demás. Porque la suya es la buena y las otras obras del maligno.

Ahora hay otras religiones a las que se debe obedecer so peligro de sambenito, excomunión, ostracismo y hoguera por parte de los "correctos". El cuidado ha de ser extremo para no levantar sospechas y en convertirse uno en reo. Cuidado con lo que se habla, con lo que se opina, con lo que se hace, aunque sea en casa, y que vaya en contra de los neomandamientos de la progrería y las doctrinas de sus profetas. Ojo con el lenguaje, ojo con lo que se pinta, ojo con lo que se escribe y con lo que se lee, ojo con lo que se opina, ojo con salirse del carril impuesto por estos ayatollas de la verdadera y bondadosa fue.

Ojo pues con hacer ejercicio de nuestra libertad. La libertad solo pueden ejercerla ellos, los demás la tenemos vigilada y gracias habremos de dar a su magnificencia y tolerancia de que nos permitan seguir manteniendo algunos deleznables hábitos que repugnan a su sensibilidad. ¿Y quienes son estos nuevos integristas puritanos, esta tiranía que se tiñe y disfraza de buenismo y sonrisa pero en realidad colmilluda, opresiva y letal. Pues miren ya lo dejó dicho Ramón del Valle Inclán, que ahora sería considerado un facha de manual, allá por el año 1924 en Luces de Bohemia "Aquí los puritanos son los demagogos de la extrema izquierda".