Publicado 11/11/2019 08:00

Francisco Muro de Iscar.- ¿Qué van a hacer ahora?

MADRID, 11 Nov. (OTR/PRESS) -

Estas elecciones -¿las últimas o tendremos otras en unos meses?- son un fracaso para todos los partidos y los políticos deberían dejar de mirarse el ombligo, reconocer sus errores y dejar paso a otros que sean capaces de entenderse. Por otra parte, se confirma lo esperado: solo hay dos fuerzas políticas capaces de formar gobierno en España y ninguna lo puede hacer sola. Y una tercera sorprendente, Vox, que puede convertirse en un grano peligroso. Sánchez ha fracasado rotundamente porque ha mantenido resultados, lo que es un fracaso claro porque convocó las elecciones para ampliar su diferencia y, además, ha hundido a Podemos. Su tactismo y su estrategia han sido rechazados por los ciudadanos y Pedro Sánchez debería plantearse su dimisión por haber llevado a España a una situación de ingobernabilidad. El Partido Popular no ha conseguido ni siquiera el "empate técnico" con el PSOE a pesar de subir sustancialmente. Pero lo hace desde el suelo en el que habitaba. Y el avance de Vox, el único vencedor real de las elecciones -impulsado por Sánchez y los suyos, como Rajoy "empujó" la creación de Podemos, y gracias, entre otras cosas, a la decisión de "resucitar" innecesariamente a Franco- es también un debe del PP, por no haber sido capaz -como lo hizo Fraga en su tiempo y también Aznar- de meter a todo el centro derecha en un solo partido, renunciando a la demagogia, al populismo y a los extremismos de derecha. La caída de Ciudadanos y Podemos tienen la misma razón: no han respondido a sus principios de regeneración del sistema y se han convertido en más de lo mismo. Si caen sus actuales dirigentes, ambos partidos pueden acabar desapareciendo en poco tiempo.

¿Hay salida? Sólo una: el acuerdo de PSOE y PP para formar un Gobierno con sus actuales dirigentes o sin ellos. ¿Es posible un Gobierno de independientes sostenido por los dos grandes partidos? Es muy difícil, pero seguramente es la única salida real a la crisis institucional que tenemos. Exigiría que ambos partidos tuvieran una visión de Estado, altura de miras y no solo intereses de partido, casi siempre incompatibles con los intereses de los ciudadanos. El nuestro es un país harto de la incompetencia de sus políticos, pero con un alto sentido cívico, un pueblo capaz de volver a las urnas una vez más para decir a los partidos que sean capaces de formar un Gobierno de coalición o de concentración, no de izquierdas -que pierde como bloque una parte de lo conseguido- ni de derechas -que no alcanza la mayoría suficiente ni de lejos. Y en ambos casos, derechas e izquierdas, no es fácil sumar entre ellos porque Sánchez y Podemos son irreconciliables y lo que quiere Vox, al menos una parte importante de su programa, no puede ser asumido por el PP si quiere ser un partido de mayorías. Los resultados en Cataluña de la CUP, la caída de ERC y la subida del partido de Puigdemont y Torra -el independentismo catalán sigue teniendo la mayoría parlamentaria, el PSOE no se sabe dónde está y la derecha está desaparecida- o en el País Vasco -con un nacionalismo mayoritario y silente, pero apuntando a la independencia "tranquila"-, obligan a PSOE y PP a dar una respuesta inteligente, coherente, moderada e integradora. Al menos si de verdad ambos partidos quieren gobernar España, es decir poner en marcha un país que lleva años esperando que la política ayude a los ciudadanos a crecer, a acabar con la desigualdad y a afrontar los retos que tenemos delante. Hay muchos asuntos en riesgo. Es una oportunidad, no un problema. (Y, por cierto, la primera dimisión la de Tezanos al frete del CIS. Un escándalo).

Antonio Casado

Illa for president

por Antonio Casado

Rafael Torres

La libertad, al carajo

por Rafael Torres