Con Samsung Galaxy A55, la compañía surcoreana ha demostrado que se puede tener un móvil bueno, bonito y barato sin necesidad de subir un escalón más en su gama de producto -esto es, sin tener que adquirir un terminal de la serie Galaxy S-, además de confiar en que es posible tener una batería muy amplia, a pesar de que para llenarla se tiene que dedicar más tiempo del deseado.