MADRID, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Artemisan ha alertado sobre la nueva temporada general de caza, que comenzará en los próximos días, porque consideran que puede registrar un 30 por ciento menos de actividad comercial debido a las consecuencias de la pandemia del COVID-19.
La situación de crisis sanitaria debido al coronavirus supone, según la fundación, un escenario distinto en el que los cazadores y cotos han tenido que adoptar nuevas actuaciones y protocolos para garantizar la seguridad en una actividad que se ha demostrado esencial.
En este sentido, Fundación Artemisan recuerda la falta de control de poblaciones durante el estado de alarma, lo que supuso abundantes perjuicios para los agricultores que sufrieron daños en sus cosechas. Esto, sumado a otros daños relacionados con la sobreabundancia y la invasión de espacios público, llevó a tener que declarar la emergencia cinegética en diferentes zonas.
"Es imprescindible que se tome nota de lo ocurrido para evitar situaciones similares en el futuro, entendiendo el control de especies como actividad esencial si se diese un nuevo contexto de confinamiento", ha asegurado el presidente de Fundación Artemisan, José Luis López-Schummer.
Esta problemática también se une a la crisis en el sector de la carne de caza y la incertidumbre por el futuro de los Parques Nacionales. Para López-Schummer, el sector de la carne de caza se ha visto muy afectado con la paralización de la actividad hostelera, que habitualmente son grandes compradores.
Además, el sector turístico de la caza también se verá afectado ya que la fundación considera que se perderá el 100% de cazadores extranjeros, que llegaban a España para las modalidades como el ojeo de perdiz, la montería tradicional española o los recechos de cabra montés.
Asimismo, la disminución de la actividad de caza también se vería reflejado en un aumento de las poblaciones cinegéticas que podrían provocar daños en la agricultura o en el medio natural. Todo esto se une a que el sector se enfrenta en esta temporada a la incertidumbre ante la entrada en vigor de la prohibición de cazar en Parques Nacionales el próximo 5 de diciembre, como señala la Fundación.
