Más de 50 camiones trasladarán desde España y Portugal el canal que suministrará agua a la zona afectada por el vertido

Actualizado: lunes, 4 septiembre 2006 21:10

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -

Más de 50 camiones procedentes de diferentes puntos de España y Portugal se movilizarán para trasladar el material necesario para construir los 17 kilómetros de tubería que se encargará de suministrar agua a las zonas afectadas por el vertido tóxico que desde el pasado viernes afecta al río Umia por el incendio en la nave de productos químicos que la empresa Brenntag tiene en Caldas de Reis (Pontevedra).

Según informó la Consellería de Medio Ambiente, la prioridad ante el accidente se centra en consolidar el operativo para garantizar que entre hoy y mañana lleguen a la localidad pontevedresa los miles de metros de tubería precisos para abastecer de agua potable a Vilagarcía y a la comarca de O Salnés.

Así, según había avanzado hoy mismo en rueda de prensa el titular del departamento, Manuel Vázquez, el dispositivo se ha habilitado en colaboración con la Dirección Xeral de Transportes de la Consellería de Política Territorial y con la Guardia Civil, que se encargarán de facilitar la llegada del material, con el objetivo de cumplir con el plazo de 48 horas para la construcción del canal al que se había comprometido la Administración autonómica.

El propio Vázquez subrayó que el problema no afectaba tanto a la localización del material como al transporte del mismo y, por ello, confirmó la puesta en marcha de un operativo para asegurar la rapidez del traslado de los 17 kilómetros de canalización destinada a crear en el Umia, aguas arriba del vertido, con el propósito de recoger agua depurada del río y abastecer, en primer lugar, al área de Vilagarcía y, posteriormente, con un segundo ramal, a los municipios de O Salnés.

NECESIDADES DE CONSUMO

La primera mantiene cerrado el suministro de agua, mientras que los ayuntamientos de la zona de O Salnés dejaron de tenerlo registringido a media tarde de ayer. Con todo, el conselleiro reclamó hoy de los ciudadanos un "consumo responsable" ante la situación delicada que todavía prevalece como consecuencia del accidente del pasado viernes.

De esta forma, el canal abastecerá a los nueve municipios afectados y, para ello, se dirigen hasta el Umia camiones procedentes de O Porriño, Puebla de Sanabria, Miranda del Ebro, Antequera y Oporto. Las previsiones de la Consellería de Medio Ambiente estiman que la primera parte de la canalización, destinada a abastecer Vilargarcía, podrían estar entre el próximo miércoles o el jueves.

Para ello, siete empresas gallegas trabajan en la creación de la infraestructura, concretamente Espina y Delfín, Tragsa, Copasa, Taboada y Ramos, Fergo Galicia, Movez Vial y Construcciones Sangiao, y están movilizados medio centenar de medios pesados, entre camiones, excavadoras, palas y bulldozers entre otros, así como un centenar de operarios.

Además, el departamento autonómico continúa los trabajos para, además de crear sistemas alternativos de suministro de agua potable para las nueve localidades de O Salnés que hasta el viernes se abastecían del Umia, reducir la carga contaminante del vertido, que afecta a seis kilómetros del río.

DISPOSITIVO

Así, tres diques de contención aguas abajo del vertido, construidos para cortar el río, pretenden frenar la mancha a medida que llegue y reducir su contaminación, de modo que cada dique de tierra está dotado de reactivos químicos destinados a filtrar y reducir la toxicidad del agua, con filtros compuestos de magnesita, carbono activo y corteza de eucalipto triturado.

En este sentido, la mancha está a 200 metros del primero de los diques, situado en el lugar de As Aceñas, mientras que en el tramo hasta el segundo, ubicado en Ponte Baión, se instalaron dos balsas impermeabilizadas para recoger el agua contaminada, previo paso por filtros reactivos compuestos por carbonato cálcico y carbono activo.

Desde las 16.00 horas, la Consellería de Medio Ambiente puso en marcha un operativo de analíticas rápidas que permitirán tener datos sobre la evolución de la toxicidad del vertido y de la eficacia de los filtros destinados a reducir su grado de contaminación. Los primeros datos apuntan a una rebaja de la toxicidad del vertido del viernes, dado que parte de los compuestos orgánicos que tenía eran muy tóxicos pero también muy volátiles.