Oceana pide que la prohibición de redes de deriva en el mar Báltico "no se convierta en papel mojado"

Actualizado: jueves, 3 enero 2008 19:28

MADRID, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Director Ejecutivo para Europa de Oceana, Xavier Pastor, teme que la prohibición del uso de redes de deriva en el mar Báltico --que entró en vigor el pasado 1 de enero-- sea "papel mojado" si no se garantiza su cumplimiento, informó hoy la organización en un comunicado.

La organización de defensa del mar recuerda el caso del mar Mediterráneo, en donde "se sigue trabajando para la eliminación total del uso de redes de deriva y, cinco años después de que la prohibición entrara en vigor, hemos documentado y denunciado a más de 150 embarcaciones que continúan con esta pesca ilegal". "Este hecho nos hace dudar de que la situación en el Báltico vaya a ser distinta si no se toman medidas", señalan.

El uso de redes de deriva en el mar Báltico, y en los estrechos de Belts y Sound, afectará a varios Estados miembros de la Unión Europea, lo que plantea un nuevo desafío para la Política Pesquera Comunitaria y la conservación marina de algunas especies.

Según datos de Oceana, a lo largo del año pasado, un 40% de la flota de deriva en el Báltico continuaba pescando con redes de deriva, cuyo principal objetivo es el salmón atlántico, cuyas poblaciones se ven diezmadas por esta práctica.

Asimismo, el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES en inglés), recuerda que, en 2006, las capturas de salmón con redes de deriva en el mar Báltico suponían un 70% del total de capturas de salmón efectuadas en esta zona.

A pesar de que esta práctica representa una grave amenaza para la conservación de cetáceos y tortugas marinas en todo el mundo, las redes continúan utilizándose en muchos mares.

En palabras de Pastor, "la moratoria mundial del uso de redes deriva fue el primer caso en el que se impusieron medidas contra un arte de pesca concreto por razones conservacionistas".

"Quince años después de la moratoria acordada por la Asamblea General de Naciones Unidas, el problema sigue ahí, comprometiendo seriamente la conservación de especies marinas amenazadas y reservas pesqueras, lejos de cambiar si los gobiernos no toman las medidas necesarias para asegurar el cumplimiento de las prohibiciones", concluyó.

Oceana ('www,oceana.org') es una organización internacional que trabaja para proteger y recuperar los océanos del mundo. Su equipo de científicos marinos, economistas, abogados y otros colaboradores colaboran para reducir la contaminación y prevenir el colapso de los stocks pesqueros, proteger a los mamíferos marinos y otras formas de vida marina. Cuenta con oficinas en Madrid, Bruselas, Washington, Alaska, Los Angeles y Santiago de Chile y más de 300.000 colaboradores y ciberactivistas en 150 países.