MADRID, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
El senador socialista José Manuel Marmol y el portavoz socialista en Medio Ambiente y Cambio Climático, Graciliano Palomo, defenderán en la Comisión de Medio Ambiente una moción que insta al Gobierno a acometer con urgencia más acciones para proteger al lince ibérico y, en particular, para acabar con los atropellos en las carreteras.
Así, reclaman al Gobierno que invierta 2,5 millones de euros prometidos en 2015 en un plan de protección de este animal y recuerda que también será necesario poner en marcha nuevos planes de recuperación del conejo, el alimento principal del lince ibérico.
En concreto, Mármol pedirá al Ejecutivo que ejecute de forma urgente medidas para construir los pasos de fauna necesarios para el lince ibérico en los puntos negros detectados en el kilómetro 300 de la A-4 y en el tramo de la N-420, que une los municipios de Cardeña y Montoro, en ambos casos, en la provincia de Córdoba. A tal fin, el Gobierno deberá aprobar o desarrollar, según los casos, los correspondientes convenidos y proyectos con la adecuada consignación presupuestaria.
Además, instan al Gobierno a reforzar y poner en marcha junto con las comunidades autónomas competentes nuevos planes de recuperación del conejo, la principal dieta del lince ibérico ya que según advierten, el lince ibérico se enfrena en la actualidad a dos amenazas, la desaparición del conejo y los atropellos.
Marmol reprocha que para atajar los atropellos del lince, el Gobierno apenas ha invertido 100.000 euros desde 2014, casi cinco veces menos de lo anunciado en 2015. "El conjunto de actuaciones del lince ibérico desde el año 2014 asciende a 449.952 euros y se prevén añadir 50.000 euros entre julio y diciembre de este año. Una cantidad muy alejada de los 2,5 millones de euros que el Ejecutivo anunció en 2015 al publicitar la firma de un protocolo entre los ministerios de Fomento y Medio Ambiente para identificar aquellos tramos de carreteras en los que hay mayor riesgo", ha criticado.
El senador asegura que el lince ibérico es una especie considerada de primera importancia que ha pasado de situación crítica de extinción al estatus de "en peligro". Entre las medidas adoptadas hasta ahora ha destacado la construcción de vallas para dificultar el paso del lince al asfalto, la limpieza de la vegetación de los bordes de las carreteras para que el animal pueda mejorar la visibilidad o la implantación de señales de tráfico que advierten de su paso.
Finalmente, Marmol recuerda que al menos 51 linces han muerto atropellados, envenenados o cazados ilegalmente, lo que supone más del 10 por ciento de la población mundial.
