SANTA PERPÈTUA DE MOGODA (BARCELONA), 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
El 20 por ciento de los 116 incendios declarados en Cataluña desde el 1 de junio de este año fueron causados por el uso de maquinaria agrícola, y en el total de fuegos se quemaron 1.500 hectáreas --400 de zona forestal y 1.100 de no forestal--, según explicó hoy el consejero de Medio Ambiente y Vivienda de la Generalitat, Francesc Baltasar.
Concretamente, el 31 por ciento de los incendios se debieron a causas que todavía se investigan, el 27 por ciento por alguna negligencia --como el uso de material pirotécnico--, el 24 por ciento por algún accidente --la gran mayoría en el desarrollo de algún trabajo agrícola--, el 8 por ciento por causas naturales, otro 8 por ciento fueron intencionados, y el 2 por ciento restante porque se reavivó algún incendio que se pensaba extinguido.
Baltasar, quien asistió hoy a una reunión técnica en la sede del Cuerpo de Agentes Rurales y del Servicio de Prevención de Incendios de la Generalitat, indicó que las previsiones meteorológicas permiten prever una semana menos complicada que la anterior, en la que no será necesario suspender el trabajo de los agricultores en el campo, si bien "no se pueden descartar medidas excepcionales".
La situación de los montes catalanes respecto al riesgo de incendio se muestra "contradictoria", porque mientras la mitad norte de Catalunya recibe lluvias prácticamente a diario a partir de mediodía, en el centro y sur del territorio no ha llovido en dos meses. Aún así, las previsiones para los próximos días parece que darán un respiro, con la llegada de nuevas lluvias y la bajada generalizada de temperaturas.
El consejero se felicitó asimismo por que el porcentaje de incendios intencionados haya bajado en los últimos años, algo que atribuyó al empeño de los Agentes Rurales y de los Mossos d'Esquadra por llevar a juicio a los pirómanos.
CENTRO DE CONTROL
La sede del cuerpo de Agentes Rurales de la Generalitat, ubicada en Santa Perpètua de la Mogoda (Barcelona), controla diariamente el nivel de riesgo de incendio en todo el territorio catalán, asignando a cada una de las comarcas un valor que va del 0 al 4, en función del peligro que marca el Plan Alfa.
A partir de ahí, se distribuyen los 230 vehículos de vigilancia que trabajan cada día --el cuerpo dispone de 550--, que son monitorizados en tiempo real mediante el GPS que llevan incorporado, y desde el centro se les ubica sobre un mapa cartografiado al detalle.
La información que ofrecen los mapas, según explico el jefe del cuerpo de los Agentes Rurales, Antoni Mur, incluye aspectos como si una zona concreta tiene especies protegidas de flora o fauna, y el tipo de vegetación, entre otros aspectos.
El cuerpo, que cuenta con cinco camiones para desarrollar tareas forestales, principalmente en los parques naturales, se encarga de identificar las causas de cada incendio y asesorar a los equipos de extinción, además de planificar la campaña veraniega o revisar el estado de caminos forestales y puntos de abastecimiento de agua.
