MADRID, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
Hasta un 94% varía el precio de una entrada de cine entre una ciudad y otra. Ésta es la conclusión a la que llega el estudio realizado por la Federación de Consumidores en Acción (FACUA), tras comparar los precios de 112 cines de 33 ciudades españolas. Concretamente, donde más cuesta hoy en día ver una película es en Barcelona, donde los espectadores pagan de media 6,33 euros, frente a los 3,80 que abonan en Jaén, la más barata. Las bebidas y las palomitas son también parte del gasto que supone ir al cine. En este aspecto FACUA advierte que las salas no pueden exigir que dichos productos se compren exclusivamente en sus instalaciones.
Una entrada de cine cuesta una media de 5,22 euros a nivel nacional, un 3,4% más que el año pasado. Según el informe, los cines más caros son los barceloneses, que cuestan 6,33 euros de media en un día normal. Tras ellos se sitúa Madrid, 6,21 euros y A Coruña, donde se paga 6,20 euros. Frente a estas ciudades, en el lado opuesto se sitúan Jaén donde una entrada cuesta 3,80 euros, seguida de Córdoba y Cádiz, con una media e 3,90 euros por pase.
Las diferencias de precio no afectan sólo a las regiones, incluso dentro de una misma ciudad se pueden encontrar grandes variaciones de precios, de hasta el 45%, como es, por ejemplo, el caso de Bilbao donde ir al cine puede costar desde 4,00 euros hasta 5,80; o en Cuenca donde se llega a pagar desde 3,50 a 5,00 euros por entrada. Sin embargo hay ciudades donde las variaciones son mínimas.
DISTINTAS TARIFAS
Además, los cines ofrecen precios especiales en determinados días, como el del espectador o diferentes horas, sobretodo en horario de madrugada. Por el contrario suben la tarifa los fines de semana y los festivos, coincidiendo, precisamente, con la gran afluencia de público. El día del espectador varía según la ciudad, de hecho, algunas de las estudiadas no cuentan con un día de estas características. La media a pagar durante un jornada de descuento en estos cines es de 4,36 euros, un 9,3% más que en 2005. Por otro lado, los sábados, domingos y festivos cuesta el cine una media de 5,53 euros, casi un 5% más que el año pasado.
Dentro del gasto que supone ir al cine, está el de comprar las bebidas y las palomitas o gominolas que habitualmente se consumen durante la película. Lo que muchos consumidores no saben es que las salas no pueden obligar al espectador a comprar dichos productos dentro de sus instalaciones, por ello FACUA advierte que si se impide la entrada al recinto con alimentos o bebidas, comparadas fuera del cine, se puede denunciar, pues vulnera la Ley General para la Defensa de los Consumidores.
